El salto consistió en la infiltración de dos equipos de dicha escuela. El primero tenía como piloto al cabo primero Aitor C., como guía al subteniente José A. G., y al perro Aston, un pastor belga de seis años especializado en detección de explosivos.

El segundo de los saltos estuvo compuesto por los cabos primeros Juan M.M. (piloto) y Alfred G. (guía), y el perro Jimy, un pastor belga de tres años con la especialidad de perro de intervención.

El lanzamiento se realizó desde un avión modelo T-21 del Ala 35 de Getafe y con él se ha demostrado que se dispone de capacidad de infiltración y que los perros pueden trabajar correctamente tras la caída libre.