La película documental, producida por Acca Media Productions, aborda el conflicto político en el Sáhara Occidental y profundiza en el exilio del pueblo saharaui desde la perspectiva de los que lo sufren. Sus protagonistas son saharauis que viven en campos de refugiados desde que fueron expulsados de su tierra por Marruecos y que luchan día a día por recuperar sus derechos.

Tobías explicó a Servimedia que la película documental comenzó a gestarse en una comida hace dos años y medio, donde le dijeron que “el exilio del pueblo saharaui es el más largo de la historia moderna” y que está “enquistado” después de 40 años. ‘Gurba’ es una palabra árabe que no tiene traducción y que expresa el sentimiento que tiene un ser humano cuando se ve obligado a vivir fuera de su tierra.

“Tomo conciencia de lo que significan 40 años de exilio de varias generaciones que han tenido que nacer allí y están en un desierto de piedra a 50 grados de temperatura, pero el detonante para rodar la película fue que se me explicó que la del Sáhara es la única misión de paz de Naciones Unidas en la que no se puede velar por los derechos humanos por el veto de Francia”, indicó.

Agregó que, “literalmente, un policía en el lado marroquí puede torturar, violar o matar a un saharaui dentro de los territorios ocupados delante de un casco azul de la ONU sin que el casco azul pueda hacer nada y no sólo no puede intervenir, sino que no puede informar”.

MINAS ANTIPERSONALES

Tobías, que creó el documental ‘Sueños de Haití’ después del terremoto de 2010 y que tiene en mente producir el próximo año un ambicioso proyecto sobre las consecuencias del hambre en el planeta, señaló que el proyecto de ‘Gurba, la condena’ se gestó durante un año, con rodajes en los campos de refugiados de Tinduf y con imágenes de cámara oculta grabadas en los territorios ocupados.

“La idea es sacar a la luz la situación en la que viven unos cuantos cientos de miles de personas, que la gente entienda lo que significa vivir con 11 litros de agua por persona y día, donde el 35% de los niños tienen desnutrición, donde la esperanza de vida son 50 años… Podemos imaginarlos la dureza que tiene vivir ahí”, indicó.

Tobías expone la consecuencias del hecho de que “el famoso muro de la vergüenza” de 2.756 kilómetros construido por Marruecos separe a familias enteras a uno u otro lado de la pared “sin poder verse nunca más”.

Además, narra que Marruecos sembró la zona liberada con 10 millones de minas antipersonales y se ve cómo el propio Tobías desactiva varias. El documental está dedicado a un saharaui que falleció dos semanas del final del rodaje mientras intentaba neutralizar una mina.

Tobías alabó “la determinación del pueblo saharaui”, que no se va de ese lugar para defender su tierra, a pesar de que “mires donde mires, es desierto a 50 grados de temperatura de día y 0 de noche”.