Así lo reveló el portavoz municipal y delegado de Seguridad y Emergencias, Enrique Núñez, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno de este jueves. Núñez no ve “ninguna paradoja” en que se haya abierto un nuevo local en las mismas instalaciones de la antigua discoteca Moma, situada en la calle José Abascal y que fue clausurada por “superar el aforo en una cuantía excesiva” hasta finales de 2015.

Núñez constató que “otros propietarios han adquirido el local”, en concreto un directivo del F.C. Barcelona propietario de otros recintos similares en la capital catalana, y que “han hecho una declaración responsable”, el único trámite que exige el Ayuntamiento ahora a los nuevos establecimientos comerciales para no retrasar su apertura con solicitudes de licencias.

El delegado de Seguridad reveló, no obstante, que la Policía Municipal inspeccionará el local, y que de hecho ya lo hizo anoche en su primera noche de apertura. En este sentido, comentó que, como con cualquier otro local, se comprobará si las prácticas de Opium se adaptan a dicha declaración, y que si la cumplen se permitirá que siga abierta y, de lo contrario, se iniciarán los trámites para el cese de la actividad y, en su caso, se procederá al precinto como se hizo con Moma.