En una entrevista en Telecinco recogida por Servimedia, se defendió de las críticas que "flotan en el aire" sobre su gestión, una de ellas por supuesto exceso de protagonismo y exposición mediática. Cree que es "mi deber" dar explicaciones ante los ciudadanos y hacerlo a través de los medios de comunicación.

La otra crítica es sobre la reforma del artículo 135 de la Constitución, y en ese punto insiste en la necesidad de "corregir" lo que fue "un error", y emplazó además a quien lo cuestione a debatirlo con militantes en cualquier agrupación del partido. "Hoy cuento con mucho más respaldo del que tuve hace cien días", sentenció.

Aseguró que tiene "muy buena relación" con los ex presidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, con los que habla "regularmente". Cree que es su "obligación" escucharles y pedirles consejo, pero precisó que el "nuevo PSOE" tiene una dirección que quiere escribir y defender su propio proyecto político y "corregir errores del pasado".

Sobre Susana Díaz aseguró que no existe distanciamiento, y que cree en sus palabras cuando afirma que su intención es "seguir comprometida" con Andalucía.

Sobre las recientes encuestas, explicó que las lee todas "con las mismas gafas" y que más allá de datos concretos indican una situación política "muy compleja" en la que resulta aventurado predecir lo que puede ocurrir en las próximas elecciones generales. Cree, no obstante, que dan "oxígeno" al PSOE en el sentido de que "va bien" y que "con mucha humildad y mucho esfuerzo" poco a poco va recuperando la confianza de los ciudadanos.

Para recuperar esa confianza considera esencial ser creíble en materia de corrupción, y cree que en su breve gestión ha demostrado "que soy bastante incompatible" con esos casos. Sobre Manuel Chaves y José Antonio Griñán, augura que no serán imputados en el Tribunal Supremo, pero reitera que en caso contrario "actuaremos con la máxima contundencia".

De la misma forma, reiteró su confianza en el secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, del que subrayó que fue elegido candidato por los militantes. "No se puede extender la sombra de sospecha sobre todos los políticos", dijo, sobre las supuestas irregularidades durante su gestión en Parla, y el PSOE actuará si hay "hechos ciertos".

Sin embargo, reclamó explicaciones al secretario general del Podemos, Pablo Iglesias, por las informaciones sobre el supuesto asesoramiento al gobierno venezolano de Hugo Chávez para atajar las protestas de sus opositores. "Más que dar lecciones", dijo, "tiene que dar explicaciones" porque si eso fuera cierto sería un hecho "incompatible con la democracia".

Pedro Sánchez no cerró puertas a ningún acuerdo postelectoral pero dejó claro que una gran coalición con el PP sería "negativa" y que el problema de Podemos es que "ha renegado de su programa" solo cinco después de someterlo a las urnas y tiene que ser "más consistente desde el punto de vista ideológico".