Fernández Díaz se refirió a esta cuestión en el pleno de la Cámara Baja, donde el diputado de IU Ricardo Sixto le preguntó sobre si el Gobierno piensa “retirar la legalización de las devoluciones en caliente ante las durísimas críticas tanto internacionales como nacionales”.

En este sentido, Sixto afirmó que la Comisión Europea, Cáritas o la Conferencia Episcopal han cuestionado las llamadas ‘devoluciones en caliente’, a las que Interior se refiere técnicamente como rechazo en frontera. Este diputado afirmó que tantos organismos y entidades no pueden estar “equivocados” cuando rechazan que se devuelva a los inmigrantes que saltan la primera de las vallas de Ceuta y Melilla, pero que no llegan a rebasar la segunda que separa Marruecos de España.

ENTRADA “VIOLENTA Y GRUPAL”

A este respecto, el ministro respondió que el tratado de la Unión Europea establece que es competencia de cada país la política de control fronteras, asilo e inmigración. Añadió que, con la política del Gobierno respecto al perímetro fronterizo ceutí y melillense, “España está defendiendo, porque es su obligación y es su derecho su frontera exterior”.

El titular de Interior remarcó que “la frontera delimita el territorio y el territorio va íntimamente ligado a la idea de soberanía”. “Espero que usted no me estará diciendo”, dijo el ministro a Sixto, “que España tiene que renunciar a la españolidad de Ceuta y Melilla”.

Al mismo tiempo, Fernández Díaz apuntó que la mayoría de los inmigrantes irregulares que entran de “manera violenta y grupal” en las ciudades españoles del norte de África lo hacen “por razones económicas o sociales” y no para pedir asilo.

En este sentido, aportó el dato de que este año, hasta el 16 de noviembre, de los 4.669 inmigrantes que entraron irregularmente en Melilla, sólo 75 pidieron asilo. No obstante, el ministro se refirió a que las personas que salta la valla de esta ciudad pueden pedir asilo en los puestos fronterizos, a lo que se sumarán antes de marzo nuevas instalaciones que se están preparando.