Así lo anunció la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en la rueda de prensa posterior a la reunión semanal del Ejecutivo, en la que adelantó que las condiciones de la nueva edición de este plan serán idénticas a las de su versión anterior.

La vicepresidenta explicó que esta decisión de adelantar la concesión de las ayudas a la aprobación del plan trata de evitar que se paralice la concesión de estas ayudas.

Además, destacó que el Gobierno las valora de forma muy positiva por aspectos como su contribución a la mejora de la balanza comercial o el mantenimiento del empleo en el sector del automóvil y de la industria auxiliar.

Este plan contempla, de forma general, un incentivo de 2.000 euros, aportados en un 50% entre el Gobierno y las marcas, para la adquisición de un coche nuevo a cambio de la entrega de un automóvil para su achatarramiento, de al menos siete o diez años de antigüedad, según la categoría.

En el caso de los vehículos de cinco o más plazas, familias numerosas o personas con discapacidad, la ayuda asciende a 1.500 euros por parte del Gobierno, lo que supone un total de 3.000 euros con la aportación del vendedor.

El límite máximo del precio de venta del nuevo vehículo es de 25.000 euros, antes del IVA, salvo en el caso de las personas con discapacidad, que pueden adquirir un nuevo automóvil de hasta 30.000 euros.