La declaración como ZPAE de la zona, la tercera en Madrid con esta denominación tras las de Aurrerá en Argüelles y el centro urbano, fue aprobada inicialmente el pasado 10 de julio, tras lo cual se abrió el pertinente plazo de información pública y se estudiaron las alegaciones contrarias. El Ayuntamiento esgrime como aval para esta decisión los datos del tráfico rodado del Mapa Estratégico del Ruido y tres campañas de medición del ruido del ocio nocturno.

De acuerdo con los datos, se ha elaborado un Plan Zonal Específico que establece dos zonas: una en la que se ha registrado una contaminación acústica moderada, donde el nivel de ruido supera por la noche los objetivos de calidad en entre cinco y diez decibelios, y otra en la que la contaminación es baja y el exceso es de menos de cinco decibelios. En general, el entorno de Azca está en la primera y la avenida de Brasil en la segunda, con algunas excepciones.

En la zona de contaminación moderada no se permitirá la apertura de nuevos locales de espectáculos públicos ni bares de copas, y los bares o restaurantes que se instalen tendrán que guardar una distancia con otros de la misma tipología; los cambios de actividad tendrán que ser a una menos ruidosa y se reduce una hora el horario de terrazas en verano y media en el resto del año; y todos los establecimientos nuevos tendrán que reservar con carácter exclusivo un número de plazas de aparcamiento igual al 10% de su aforo en un radio máximo de 200 metros.

En la de contaminación acústica baja, los nuevos locales no permitidos en la otra zona tendrán que guardar una distancia respecto a otros similares y el horario de terraza se reducirá media hora en verano. El requisito de los aparcamientos es idéntico a la primera zona. En ambas zonas se implantará un régimen regulador de la carga y descarga y se vigilará especialmente el estacionamiento en doble fila.

El delegado del Área de Medio Ambiente y Movilidad, Diego Sanjuanbenito, expuso estas medidas y, a preguntas de los periodistas, respondió a la plataforma de locales de hostelería y ocio que ha criticado la declaración por considerarla innecesaria y sugerir que obedece a intereses de las sociedades financieras asentadas en la zona. Sanjuanbenito aseguró que el único interés del Consistorio es hacer cumplir la Ley del Ruido de 2003, que contempla esta previsión, después de tramitar el expediente durante más de dos años.