A este respecto, en un comunicado, el sindicato explica que el presidente de la compañía, Pedro Ballvé, les ha asegurado que seguirán produciendo en la planta burgalesa a partir de 2016 y que si dependiera de él lo harían el 1 de enero.

Hasta ese momento, CCOO pide la recolocación de algunos trabajadores en otras plantas del grupo, de manera voluntaria, y que se tomen acciones para minorar las previsibles consecuencias de pérdida de derechos económicos de los trabajadores.

Por ello, pide a la empresa y a la administración que "complementen" los salarios del millar de trabajadores afectados cuando la empresa aplique el expediente suspensivo de actividad.

Por otro lado, destaca que la planta ‘Jamones Burgaleses’, a pesar de estar dentro del complejo incendiado, no ha terminado calcinada.

Gracias a ello, el medio centenar de trabajadores de la misma se encuentran a la espera de que una vez apagado el fuego en su totalidad, puedan entrar y volver a poner en marcha sus líneas productivas, ahora paradas por falta de energía y por el corte de los accesos.

De hecho, según el sindicato, “al menos se ha salvado un importante número de jamones que están para salir al mercado en el momento más importante del año: las navidades”.