Esta iniciativa se contempla ya en el Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el Control del Tabaco, firmado por 170 países, entre los que se encuentra España.

A juicio de María Furió, coordinadora del Grupo de Abordaje al Tabaquismo de semFYC, medidas como ésta suponen un paso más en la lucha contra el hábito de fumar, por lo que es importante apoyarlas.

Y es que, explicó la experta este viernes en un comunicado, "la industria tabacalera, una vez restringida la publicidad en la mayoría de países, ha intentado estimular el consumo, sobre todo entre los más jóvenes y las mujeres, a través del diseño de envases más atractivos y llamativos que animan tanto a incorporar a nuevos fumadores como a mantener a los que ya fuman".

Desde esta perspectiva, el objetivo del envasado genérico es homogeneizar las cajetillas, de forma que se conviertan en paquetes poco atractivos, eliminando su estímulo visual.

"Es una manera de neutralizar el mecanismo psicológico inconsciente que hace que el fumador fije su atención en el envoltorio y olvide el carácter nocivo que tiene", explicó Furió.

De hecho, prosiguió, "hay estudios que revelan que cuando se cubre los ojos a un fumador es incapaz de distinguir su marca de cigarrillos cuando prueba varios".

Para esta especialista, España es actualmente uno de los países donde la legislación antitabaco se puede considerar "modélica", pero con esta oposición al envasado genérico "retrocede a posiciones decepcionantes en cuanto a la preservación de la salud pública".

En este contexto, semFYC insta al Gobierno y a su representación en la Unión Europea a que en el futuro apoye esta medida para llevar a cabo su aplicación en España, como un paso más en la lucha frente al tabaquismo.