Sánchez dedicó a la corrupción buena parte de su segunda intervención en el Pleno del Congreso de los Diputados durante el debate sobre las conclusiones de la última reunión del Consejo Europeo.

Acusó al Gobierno de haber generado “muchísima desconfianza” en las instituciones españolas por los casos de corrupción, de presumir de economía mientras el fraude es un “lamentable ejemplo” para quienes pueden generar crecimiento, de presumir de eficacia con “sonrojantes” ejemplos de eficacia para los propios intereses, y de presumir de patriotismo incentivando el “más vacío”, el de quienes tienen su dinero en paraísos fiscales.

Pidió además a Rajoy que se informe mejor antes de sentenciar que los implicados en casos de corrupción no militan en el PP, porque la alcaldesa de Alicante lo sigue haciendo pese a tener dos causas judiciales abiertas.

Le pidió también que no utilice “doble vara de medir” porque los dos expresidentes del PSOE José Antonio Griñán y Manuel Chaves “ni siquiera están imputados” por el caso de los ERE y él enviaba “mensajitos de apoyo” a Bárcenas mientras entraba en prisión.

Sánchez emplazó a Rajoy a respetar la presunción de inocencia de quienes no han sido imputados, y a seguir “el rito completo” después de haber pedido perdón a los ciudadanos.

Le invitó a hacer “examen de conciencia” explicando a los ciudadanos la realidad de los casos de corrupción que afectan al PP pero “sin lágrimas de cocodrilo”. No empezó bien, le dijo, cuando el pasado domingo se refirió a todos esos casos como “unas cuantas cosas”.

Después, le dijo, tiene que hacer “propósito de enmienda” y demostrar que realmente quiere cambiar las cosas, acudiendo al Congreso de los Diputados sin “cosmética”, sin comparecencias a través de plasma ni aprovechando una sesión parlamentaria con la seguridad de que no tendrá réplica ni preguntas.

Finalmente, le dijo, “penitencia”. Los tribunales hablarán, pero también lo harán los ciudadanos, aseguró, convencido de que sabrán “castigar con su voto a quien ha traicionado desde posiciones de poder la confianza de la gente”.

Sánchez criticó la “mala costumbre” de Rajoy de “mirar mucho al pasado y no ofrecer ningún futuro”, y le reprochó que el déficit tarifario sigue creciendo y el Gobierno “no le ha puesto coto”.

Le recordó que la ley del sector eléctrico la aprobó “un tal Rodrigo Rato” y le acusó de generar una “inseguridad jurídica insuperable en la comunidad internacional” respecto a las energías renovables, cuyas repercusiones pagarán las familias y los pequeños ahorradores, por lo que se comprometió a restituir el sistema retributivo.

Reiteró que el 40% de los parlamentarios europeos no respaldó a Miguel Arias Cañete como comisario, pero no hubo ninguna “ofensiva” sino que “se ha bastado él solito para generar esa oposición”. “Ya está bien de confundir sus intereses con los intereses de España”, le dijo.