Científicos españoles descubren una proteína que regula la sensibilidad a la temperatura
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Expertos del Instituto de Neurociencias de Alicante -centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)- y de la Universidad Miguel Hernández han identificado un mecanismo molecular que actúa como regulador de la sensibilidad térmica en los seres humanos.
Publicado en la revista 'Cell Report', este descubrimiento podría abrir nuevas vías para el desarrollo de fármacos más selectivos contra ciertas formas de dolor crónico, especialmente aquellas que se caracterizan por una hipersensibilidad a las bajas temperaturas.
Las neuronas sensoriales forman una densa red de finas terminaciones nerviosas en la piel encargada de detectar los estímulos medioambientales como la presión, la temperatura o las sustancias irritantes.
Además, funcionan como pequeños reguladores moleculares que ajustan de forma dinámica su sensibilidad y su respuesta a los estímulos en función de otras condiciones como, por ejemplo, los procesos inflamatorios o ciertas patologías que afectan a los nervios periféricos (las neuropatías inducidas por la quimioterapia, entre ellas).
De hecho, lo que el estudio ha descubierto ha sido un nuevo canal iónico que actúa como modulador molecular de la sensibilidad de los receptores sensoriales a los estímulos térmicos.
Para ello se utilizaron ratones modificados genéticamente, a fin de disponer de una subpoblación de neuronas sensoriales especializada en detectar las señales de frío ambiental.
Mediante una técnica de luz láser para la separación física de partículas según sus propiedades, se analizaron los canales iónicos que expresaban la membrana de estas células modificadas. Así fue como los investigadores detectaron un canal de potasio conocido como TASK-3, que se expresaba de forma selectiva en dicha población de receptores térmicos.
Comprobaron que al eliminar esta proteína mediante técnicas genéticas o farmacológicas, la sensibilidad de estas neuronas a los estímulos térmicos aumentaba, al tiempo que se modificaban sus umbrales de respuesta.
“En un futuro, esperamos que el tratamiento con activadores selectivos de estos canales permita restablecer la actividad y sensibilidad de estas neuronas a sus valores normales”, algo que podría plantearse como una nueva terapia en los pacientes afectados por patologías dolorosas relacionadas con la hipersensibilidad térmica”, concluyeron.
En el trabajo también han participado investigadores de la Universidad de Virginia, en Estados Unidos.
(SERVIMEDIA)
29 Oct 2014
AGQ/caa