El cambio de hora puede causar incomodidades "pasajeras" a niños y mayores
- Los facultativos de familia de semFYC aconsejan "no medicalizar" la situación
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La próxima madrugada, los relojes se atrasarán 60 minutos para adaptarse al llamado horario de invierno, que deja días más cortos y sombríos, además de incomodidades "pasajeras", sobre todo en las personas que tienen el sueño frágil, en niños y en mayores.
Son "pequeñas alteraciones, siempre menores", que suelen afectar a los que ya de por sí tienen el sueño frágil y a veces también a algunos niños y, sobre todo, a personas mayores, indicó a Servimedia Salvador Tranche, secretario de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC).
El facultativo incidió en el hecho de que las variaciones de humor y las pequeñas alteraciones de sueño que originan en determinadas personas los cambios de hora son siempre "muy leves", por lo que "no deben medicalizarse", ya que lo normal es que pasen en tres o cuatro días. Eso sí, apuntó, si los problemas de sueño o la irritabilidad persisten más de una semana, sí debe consultarse con el médico de familia.
Además, el médico recordó que lo que hay que hacer, en esta época y en todas, es tener una buena higiene del sueño para que el descanso sea reparador y los días cundan más.
Descansar entre seis y ocho horas, si se es adulto, respetando siempre un horario más o menos rutinario, no alargar las siestas y dejar la televisión fuera del dormitorio son algunos consejos para aprovechar mejor la noche y, por extensión, el día.
En cualquier caso, el doctor Tranche reiteró que este cambio de hora es demasiado sutil como para generar trastornos de importancia. Las modificaciones horarias que a su entender pueden conllevar problemas más acusados de salud son las que sufren quienes realizan viajes transoceánicos o varían su turno de trabajo con frecuencia.
(SERVIMEDIA)
25 Oct 2014
IGA/caa