El galardón se concede a empresas innovadoras que crean valor para sus comunidades abordando problemas de nutrición, agua o desarrollo rural. Los ganadores reflejan la creencia de Nestlé de que, para que una compañía tenga éxito a largo plazo y genere valor económico y social para sus accionistas, también debe crear valor para el conjunto de la sociedad.

Este año los tres proyectos finalistas que han competido por el premio, consistente en una inversión por valor de 500.000 francos suizos, han sido Honey Care Africa, que trabaja con 35.000 agricultores de Sudán del Sur para ayudarles a convertirse en apicultores profesionales; Msabi, una ONG de Tanzania que dirige uno de las mayores programas de desarrollo rural, agua, saneamiento e higiene del país, y Sanergy, una empresa social de Kenia que recolecta desechos humanos y los transforma en fertilizantes o energía.