Fernando Casado, director general del IEF, se mostró convenido de que las crisis actual es, además de social y económica, "una crisis de valores". Por ello, insistió en que los valores tradicionales que han presidido la gestión de las empresas familiares durante generaciones "son hoy más necesarios que nunca para recuperar una senda de crecimiento sostenible".

Con este objetivo, el IEF ha presentado el estudio "La RSE en la gran empresa familiar española", un documento sobre la implantación de la responsabilidad y sostenibilidad empresarial entre su centenar de compañías asociadas. En él se analizan las características de las empresas familiares y los valores que se pueden trasladar al resto del tejido empresarial.

Según dicho informe, los valores más significativos de la empresa familiar se centran en la importancia de conservar la reputación familiar, la vocación al largo plazo, el liderazgo familiar, el espíritu emprendedor, la capacidad de adaptación a los cambios, la vigencia de los valores fundacionales y la idea de tener un propósito más allá del mero ganar dinero.

Los valores más relevantes que, a juicio del IEF, se deberían recuperar en todas las organizaciones empresariales son la austeridad y el trato humano. "La cultura del esfuerzo, el comportamiento ético y la prudencia frente a la especulación, son los más importantes", subrayó Casado.

El informe advierte, no obstante, que la empresa familiar debe mejorar en la transparencia interna y en su capacidad de autocrítica, déficits que se demuestran en el menor porcentaje de publicación de memorias de RSC por parte de las entidades familiares o en la creación de comités específicos sobre esta materia. Se echa en falta, igualmente, un sistema de medición adecuado de estas políticas y existe "un amplio margen de mejora", añade, en la integración de la RSC en la estructura y la estrategia corporativa.

El elemento más preocupante, recalcó Javier Quintana, director de Estudios del IEF, es darle un carácter más formal a la gestión de la RSC.

Otras conclusiones positivas, según desgranó Quintana, es que los responsables de RSC están cada vez más cerca de la dirección de las empresas. También es importante que la mayoría de ellas tienen códigos éticos en los que se recogen temas de igualdad, seguridad laboral, acoso o medioambientales. Además, prestan especial atención a la formación.