“Han sido 50 días de conflicto que han dejado a la población de Gaza al borde de una catástrofe humanitaria. Solo ahora el pueblo de Gaza puede empezar a llorar, sanar heridas, respirar y reconstruir. Eso solo será posible si el paralizante bloqueo se levanta”, explicó David Hassell, de Save the Children.

Durante las últimas siete semanas, una media de 12 niños han muerto cada día y 77 han resultado heridos. Cada día, un promedio de seis escuelas han sido bombardeadas, 435 familias han perdido sus casas y 37 menores se han quedado huérfanos. Todos los niños de Gaza necesitan algún tipo de apoyo psicológico, según Naciones Unidas.

Del mismo modo, Save the Children urge a la comunidad internacional y a la sociedad civil a que contribuyan a la reconstrucción de Gaza, ya que las escuelas están llenas de personas que se han quedado sin hogar, los hospitales y centros médicos necesitan ser rehabilitados y las redes de agua tienen que reconstruirse.

“La ayuda es necesaria en Gaza para poder hacer frente a la magnitud de pérdida y destrucción. Se lo debemos a los niños de Gaza, es una prioridad inmediata que vuelvan a tener la sensación de normalidad”, concluyó Hassell.