Amnistía Internacional pidió a Israel que ponga fin al "asfixiante bloqueo que mantiene sobre la franja de Gaza, que obliga a 1,4 millones de palestinos a vivir aislados del mundo exterior, soportando a duras penas condiciones desesperadas de pobreza".

En un informe titulado "Asfixiante: El bloqueo israelí de la franja de Gaza", Amnistía reúne testimonios de personas que siguen esforzándose por reconstruir su vida tras la "Operación Plomo Fundido".

El director del Programa para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional, Malcolm Smart, indicó que este bloqueo, que Israel mantiene como medida de seguridad contra los ataques con cohetes que lanzan grupos armados palestinos, castiga a la población de Gaza porque "restringe la entrada de alimentos, equipo médico, material educativo y materiales de construcción".

Por otro lado, Amnistía denunció en un informe anterior que el Gobierno de Israel niega el derecho al agua a la población palestina al ejercer el control total de los recursos hídricos comunes y aplicar políticas discriminatorias.

Además, Naciones Unidas afirmó el pasado mes de diciembre que el desempleo estaba aumentando vertiginosamente en Gaza, ya que los negocios que quedaban sobrevivían a duras penas por el bloqueo y el paro ya alcanzaba tasas superiores al 40%.

El pasado 5 de noviembre, la Asamblea General de la ONU aprobó un informe encargado al juez Richard Goldstone que concluye que tanto el ejército israelí como los grupos armados palestinos cometieron violaciones de los derechos humanos y crímenes de guerra en la "Operación Plomo Fundido", e insta a ambas partes a desarrollar investigaciones imparciales y efectivas.

La ONU anunció el pasado 7 de enero que el Gobierno de Israel pagará una indemnización por los daños que causó a la organización humanitaria durante su incursión militar en Gaza, ya que el ejército israelí bombardeó la sede de Naciones Unidas en la franja.