En un comunicado, el sindicato denuncia que el Gobierno haya centrado su campaña de comunicación de la reforma fiscal en la reducción de impuestos, sin decir que quienes en realidad se beneficiarán de forma especial serán las 660.000 personas que tienen ingresos superiores a 75.000 euros anuales.

En la misma línea, denuncia que los últimos cambios como la desfiscalización de plusvalías de quienes tienen mayor patrimonio para que contraten rentas vitalicias o aumentar las posibilidades de liquidez de productos de aseguramiento individual y planes de pensiones, no hacen más que “incidir en medidas erráticas que poco tienen que ver con un sistema fiscal coherente y un tratamiento justo a las distintas fuentes de renta”.

Por otro lado, advierte que la reducción de la recaudación de al menos 9.000 millones de euros tendrá una repercusión sobre la calidad de los servicios públicos esenciales como son la sanidad, educación, desempleo o dependencia.

Según CCOO, la consecuencia directa de esta caída de recaudación será que en los próximos ejercicios, una vez pasadas las elecciones, o se mantendrán los ajustes en los servicios públicos que recibe el ciudadano o se incrementarán los impuestos sobre el consumo (probablemente el IVA), de modo que volverán a ser los trabajadores y rentas más bajas los doblemente perjudicados de una reforma fiscal injusta.