Según informó la Dirección General de la Policía en un comunicado, las viviendas que sufrieron los robos se encontraban en Madrid, Cantabria, Castilla La-Mancha y País Vasco.

Los detenidos se dedicaban a sustraer de los domicilios las calderas, las vitrocerámicas, y resto de electrodomésticos que estaban pendientes de instalar. Realizaban un estudio previo de los inmuebles, llegando a recorrer hasta 1.000 kilómetros diarios.

Después de sorprender a tres integrantes de una de las células robando en 11 chalets en Palencia, los agentes interceptaron una furgoneta de transporte internacional en Brihuega (Guadalajara) con equipamiento de cocina y otros efectos sustraídos en alguno de los robos investigados.

Con la información obtenida, los agentes lograron localizar y detener a 15 miembros más de la organización en Madrid y en las localidades de Fuenlabrada, Coslada y Leganés.

La gran mayoría de efectos sustraídos de los inmuebles eran remitidos a Rumanía donde eran distribuidos en el mercado ilícito.