Sánchez se reunió con el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, con quien compareció después en rueda de prensa. Después acudió a la sede de la CEOE para reunirse con su presidente, Juan Rosell, y días atrás se entrevistó con el secretario general de UGT, Cándido Méndez.

Sánchez reivindicó el papel de los sindicatos y prometió una "apuesta decidida" por el diálogo social como mejor instrumento para el avance social.

Se comprometió con medidas para restituir los derechos de los trabajadores y la cobertura de los desempleados, y reclamó en ese sentido al Gobierno una acción "contundente y solidaria" para atender a los ciudadanos que no tienen ingresos ni ayudas.

Denunció además la "doble indignidad" del Gobierno al reducir las prestaciones de los trabajadores, incluida la indemnización por despido, y después aumentar la tributación de esa indemnización.

Acusó al Gobierno de cargar sobre esos ciudadanos la rebaja fiscal a las rentas más altas y grandes fortunas, y denunció que todas las políticas del PP están generando el "hundimiento" de la clase media.

Defendió, además, un "cambio de modelo empresarial" que tenga en cuenta la competitividad, el coste energético, la productividad, la inversión en capital humano, y no solo la devaluación de los salarios y de los derechos de los trabajadores.

Sánchez se reafirmó en su compromiso de derogar la reforma laboral, y Toxo le reclamó también la anulación de la "antigualla franquista insertada" en el Código Penal y que está dando cobertura a condenas "excesivas" por el ejercicio del derecho de huelga.

Se mostró convencido de que el PSOE "ha acertado" en la forma de proceder a su renovación interna, y expresó su confianza en que refuerce las políticas progresistas "tan necesarias" en España y en Europa.