Emiliano García-Page se reunió este martes en la sede federal del PSOE con el vencedor de la consulta entre los militantes y que será nuevo secretario general, Pedro Sánchez, dentro de la ronda de contactos con todos los dirigentes territoriales.

“Va a haber primarias en todo caso. Nadie está pensando ni se nos pasa por la cabeza prescindir del proceso de primarias”, aseguró, con el deseo incluso de que participen en ellas “cientos de miles” de ciudadanos no militantes.

Sin embargo, reconoció que hay una mayoría creciente dentro del partido favorable a que no sean en noviembre, como estaba previsto, sino después de las elecciones municipales y autonómicas.

Aseguró además que ve a Pedro Sánchez “con muchas ganas” de ser candidato a la Presidencia del Gobierno, por lo que se presentará a ese proceso, y tiene la opinión de que “probablemente será candidato único” sin rival interno.

Le ve “con mucha fuerza y con mucha humildad”, que son condiciones “necesarias” para recuperar la credibilidad de la política, y “absolutamente metido en el papel de la política nacional, muy pensando en la clave de gobierno”.

Después del resultado del fin de semana y de la reunión con Sánchez, se mostró convencido de que el congreso federal de final de julio será “una fiesta” para el PSOE, que estará “en condiciones de iniciar una recuperación” que, no obstante, aún hay que conseguir, y para ello expresó su convicción de que el partido funcionará “todos a una” con el secretario general. “No será un camino de rosas pero al final del camino habrá muchas rosas”, sentenció.

García-Page cree que la gran duda de la política española no es la fecha de las primarias del PSOE, sino la fecha de las elecciones generales, porque la situación es “de legislatura acabada” y el Gobierno no está en condiciones de afrontar los retos del país dada la diferencia “tan notable” entre la mayoría parlamentaria y la mayoría social.

La voluntad de Pedro Sánchez en ese escenario, dijo García-Page, es “echar una mano” en los grandes asuntos de Estado pero definir con claridad el espacio ideológico y político del PSOE para conformar la alternativa.

García-Page cree que el PP se ha jugado su futuro a una sola baza, que era confiar en que la recuperación de la economía mantuviera fiel a su electorado, pero los ciudadanos están asumiendo que la recuperación económica llegará, si llega a costa de una creciente injusticia social.