El delegado de Economía y Empleo, Miguel Ángel Villanueva, y el responsable del Instituto Municipal de Consumo, Ángel Sánchez, presentaron en rueda de prensa el balance de 2009, que indica que el pasado año se realizaron 2.054 actuaciones inspectoras (1.030 en comercios 'Todo a cien') motivadas por 215 alertas diferentes, habiéndose detectado en 147 de ellas (el 7%) productos peligrosos puestos a la venta.

Los responsables municipales indicaron que estas inspecciones sólo dieron lugar a tres expedientes sancionadores por infracción grave al no respetar el comercio la orden de retirar el producto peligroso. Explicaron que en muchas ocasiones el propio comercio desconoce la peligrosidad del artículo, con lo que, si cumple la orden de retirar el artículo, no se le impone sanción.

La mayoría de los artículos retirados fueron productos químicos, un total de 3.020, destacando 2.449 unidades de un ambientador con forma de tableta de chocolate que podría provocar asfixia en caso de ser ingerido, entrañando un grave riesgo para los niños. También se detectó un gel de limpieza doméstico con agentes corrosivos y un pegamento con un alto contenido de un componente cancerígeno.

Después de los productos químicos, destacan 298 pares de zapatos retirados por contener un compuesto que provocaba reacciones alérgicas y heridas que obligó al tratamiento hospitalario

de algunos consumidores; y 163 trencas de niño que no cumplían las condiciones de seguridad y sus componentes podían provocar asfixia y estrangulamiento.

Además, en 2009 se retiraron 128 artículos eléctricos; 124 productos de puericultura (la mayoría portachupetes o cadenas de chupetes); 103 jabones con forma de piruleta y caramelos; 71 juguetes que contenían piezas pequeñas o podían provocar heridas; 28 artículos de ocio y deporte; 24 artículos de luminaria; 22 electrodomésticos; 10 productos de bricolage; 8 artículos decorativos, y otros (83 productos).

La mayor parte de estos productos se encontraron en tiendas de "Todo a cien", si bien Sánchez señaló que con el tiempo está mejorando el cumplimiento de la normativa de consumo por parte de estos establecimientos. Indicó que si en 2004 y 2005 se detectaron incumplientos en cerca del 90% de estos comercios, en 2008 y 2009 ese porcentaje se ha reducido casi a la mitad.

Villanueva señaló que aunque la cifra de productos retirados puede parecer escasa, hay que tener en cuenta que cuando los inspectores buscan un artículo incluido en la red de alerta, sólo las primeras actuaciones suelen dar resultado, ya que después se corre la voz y son los propios comerciantes los que retiran los productos antes de que llegue la inspección.

No obstante, dijo que de esta manera también se consigue el resultado final deseado, que es la retirada del mercado del producto peligroso. Además, según Villanueva, muchas veces son los propios fabricantes o distribuidores los que alertan de los riesgos de algún producto.

FALSIFICACIÓN DEL ETIQUETADO

El delegado de Economía y Empleo hizo un llamamiento a los consumidores para que comprueben que los productos llevan el etiquetado de la Comunidad Europea, porque dijo que es la mayor garantía de seguridad, aunque reconoció que "también se producen falsificaciones en el etiquetado que pueden llevar al error al consumidor".

Según Villanueva, que destacó el buen funcionamiento de la red de alerta y la coordinación entre las distintas administraciones, el Ayuntamiento editará un folleto con los principales requisitos de seguridad que deben cumplir los productos que llegan al mercado, especialmente los dirigidos a los niños.