UN 40% DE LOS NIÑOS SUFRE ESTRES EN ALGUN MOMENTO DE SU INFANCIA, SEGUN LA COMISION NACIONAL DEL NIÑO

MADRID
SERVIMEDIA

Entre un 40 y un 45 por ciento de los niños y adolescentes padecen estrés en algún momento entre las edades de 0 y 18 años, egún revelan los datos que hoy aportó en Madrid la doctora en Pedagogía por la Universidad de Navarra María Concepción Iriarte, coordinadora del informe "El estrés, un problema de hoy en el mundo infantil".

La Comisión Nacional del Día del Niño, integrada por asociaciones que trabajan a favor de la infancia, como Unicef, Filium, Aldeas Infantiles SOS y Nuevo Futuro, presentó hoy el documento con motivo de la celebración, el próximo domingo, del Día del Niño en España.

La doctora Iriarte destacó qe los problemas de ansiedad, estrés y depresión han aumentado durante los últimos años, y subrayó que algunos estudios revelan que un 15 por ciento de los escolares que tienen entre 13 y 14 años los padecen.

La coordinadora del estudio y Gonzalo Vázquez, decano de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Complutense de Madrid, coincidieron en señalar que a pesar de haberse universalizado la sanidad y la enseñanza, actualmente los niños son más susceptibles al estrés, a corto y a largoplazo, que los de anteriores generaciones.

BAJA AUTOESTIMA

Los menores que sufren estrés manifiestan poca autoestima, las relaciones con los niños de su edad son problemáticas y presentan una baja tolerancia al fracaso académico.

Además, alrededor del 80 por ciento se muestran irritados e irritables, su rendimiento escolar es bajo y las relaciones con sus padres no son buenas y cerca del 50 por ciento de estos niños experimentan sobreactividad y sobreesfuerzo, justificados por la necesidad de otener un alto rendimiento y de demostrar, de este modo, su valía personal.

Entre los factores que provocan esta situación, María Concepción Iriarte resaltó la falta de tiempo y de espacios para jugar, el aumento de la competitividad y la preocupación ante el futuro, el miedo a la escuela, los problemas conyugales, las expectativas demasiado exigentes que crean algunos padres, la exposición a niveles de ruido elevados y el excesivo número de horas que los niños dedican a ver la televisión.

Según e informe, los programas violentos influyen no sólo en la imitación de este tipo de comportamientos, sino que son la causa de una alta estimulación y excitación. "El fuerte cambio de escenas", explica, "impide que los niños aprendan a concentrarse, las sucesiones cambiantes de escenas se traslada de un modo inconsciente a la vida misma".

Para prevenir la aparición de estrés entre los más pequeños, los autores del documento proponen no programar la infancia, sino tutelarla; neutralizar el estrés cotidiao de la familia a través de la comunicación y ejercer una maternidad y paternidad responsables.

(SERVIMEDIA)
12 Jun 1995
GJA