Así lo anunció el ministro de Educación, José Ignacio Wert, en su comparecencia ante la Comisión del ramo en el Congreso, donde contestó a un total de 26 preguntas sobre becas, tasas universitarias, financiación de la Lomce, la nueva FP y la enseñanza del castellano en Cataluña.

Precisamente, el Real Decreto que regula este aspecto y que obliga a las comunidades con lenguas cooficiales a financiar la matriculación en centros privados de aquellos alumnos que no pueden ser escolarizados en castellano en la red pública o conertada será aprobado en julio.

El coste se calculará en función del gasto estimado de un alumno en la red pública (6.057 euros anuales), aunque podrá variar si la familia justifica que no le queda otra opción. En diciembre verán la luz los reales decretos de Especialidades de Profesores de ESO y Bachillerato y de Admisión a la FP Media y Superior.

Según Wert, el calendario de implantación de la Lomce es “exigente” pero factible, y se llevará a cabo a lo largo de tres cursos (2014-2015, 2015-2016 y 2016-2017), aunque las evaluaciones de final de etapa en ESO y Bachillerato serán efectivas en el ejercicio 2017-2018.

Este mes de septiembre, la Lomce se aplicará en los cursos impares de primaria y en 1º de FP Básica; en el 2015-2016 llegará a los cursos pares de Primaria, a 1º y 3º de ESO y a 1º de Bachillerato, mientras que en el 2016-2017 se implantará en segundo de ESO y de Bachillerato (aunque las evaluaciones no serán aún perceptivas).

NO DA TIEMPO

La mayoría de los grupos de la oposición criticaron las prisas de implantación de la ley y la forma en que se han aprobado sus distintos reglamentos. Según el portavoz de Educación de CiU, Martí Barberà, el curso que viene no dará tiempo a implantar la nueva FP Básica, y en el fondo se mantendrá “un remedo de los Programas de Cualificación Profesional Inicial actuales”.

La misma idea expresó el portavoz del PSOE, Mario Bedera, quien recalcó la falta de respaldo con que nace esta nueva ley, que en su aprobación “solo contó con los votos del PP, ni uno más”.

A ello contestó Wert que prefiere “hacer antes que agradar” y “llevar a cabo una reforma que tenga en frente más adversarios y no una reformita”. El ministro, que volvió a apelar al consenso, fue respondido por los portavoces de PNV, Izquierda Plural, PSOE y CiU, que criticaron ”su inmovilismo” y su negativa a negociar.