La Fundación BBVA entrega sus premios Fronteras del Conocimiento

MADRID
SERVIMEDIA

La Fundación BBVA celebró este martes el acto de entrega de la sexta edición de sus Premios Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento, que este año han estado caracterizados por la distinción a trabajos relacionados con los retos del cambio climático y las desigualdades extremas en el planeta.

Christopher Field, galardonado en la categoría de Cambio Climático por descubrir la importancia de los ecosistemas y de su gestión como potentes herramientas en la lucha contra el cambio climático, dijo en su discurso que “posiblemente el paso del siglo XX al siglo XXI sea un punto de inflexión global”.

“La dirección necesaria del cambio está clara: tenemos que dejar de usar la atmósfera como un vertedero para forjar una nueva alianza con la naturaleza, construyendo una riqueza a largo plazo basada en la comprensión y el respeto a las funciones de la tierra, a sus posibilidades y a sus límites”, añadió.

Marvin Minsky, premiado en la categoría de Tecnologías de la Información, destacó la importancia de la investigación básica: “Es un gran honor ser reconocido por una organización cuyo primer principio es reconocer la importancia del conocimiento básico. La investigación sigue necesitando ordenadores más inteligentes que nos ayuden a comprender nuestro propio cerebro y nos enseñen cómo aprendemos a pensar y a sentir".

Adrian Bird, galardonado en Biomedicina por sus contribuciones pioneras al área de la epigenética, explicó el origen de su vocación: “El ADN me fascina desde que iba al colegio, y en la universidad fue una decepción enterarme de que todos los experimentos clave ya estaban hechos (...). Por fortuna, esta valoración no era exacta y mis colegas y yo hemos podido estudiar el importante papel funcional de la metilación del ADN, que consiste en la adhesión selectiva de una marca química a determinadas regiones del genoma”.

La investigación de Bird derivó en una inesperada conexión con una enfermedad del espectro autista, el síndrome de Rett, que “añadió ímpetu y urgencia a nuestro trabajo (...). Lo que intentamos hallar ahora es una terapia eficaz. Nuestro sueño es hacer del síndrome de Rett el primer trastorno de tipo autista con posibilidad de cura”.

CRECIMIENTO Y DESIGUALDAD

Elhanan Helpman, premiado en Economía, Finanzas y Gestión de Empresas, explicó cómo las áreas en que ha concentrado su vida profesional, el comercio exterior, la economía política y el crecimiento económico, “han experimentado una auténtica revolución (...). Solo presenciar estos devenires ha sido un festín intelectual, y haber contribuido activamente a darles forma ha sido sin duda un gran privilegio (...). Estamos viviendo una época en la que el crecimiento económico ha sacado a millones de personas de la pobreza extrema, pero a pesar de esto, la desigualdad ha crecido en muchos países. Comprender estos resultados y el papel que la integración del comercio desempeña en su configuración es un reto de primera magnitud para el conjunto de los economistas”.

Los galardonados en Ciencias Básicas por inventar el microscopio de resolución subatómica, Harald Rose, Max Haider y Knut Urban, resumieron cómo llegaron a tener éxito: “Durante casi 50 años, todos los intentos de mejorar la resolución del microscopio electrónico fueron en vano. Hoy, muchos investigadores están aprovechando esta herramienta en la búsqueda de respuestas a cuestiones científicas vitales sobre materiales, y en los campos de la nanotecnología, la biología y la medicina (…) La historia del microscopio electrónico con aberración corregida es la de una serie de trabajos en apariencia infructuosos con una «misión imposible». Su éxito final es una lección que demuestra que el auténtico progreso en la ciencia requiere ideas nuevas, perseverancia, devoción y trabajo en equipo”.

Paul Ehrlich, galardonado en Ecología y Biología de la Conservación, agradeció el premio en un momento “en que la investigación científica sufre graves ataques, al menos en Estados Unidos -y justamente cuando las políticas públicas necesitan de su aportación con más urgencia-, este premio reconoce la importancia de la ciencia (...). Los premios de la Fundación BBVA también señalan que las empresas y la ciencia pueden (y deben) cooperar para resolver los problemas más graves de la humanidad. En respuesta a la necesidad de evitar el derrumbe de la civilización, las fronteras de las disciplinas científicas se diluyen cada vez más”.

Madhav Chavan, director de Pratham, dio las gracias “por decirle al mundo que la educación básica también es una frontera del conocimiento”. Su organización ha sido premiada por mejorar la educación de millones de niños desfavorecidos en India: “Nuestra fórmula es muy sencilla: simplificar la evaluación (...); fijar metas graduales y alcanzables y medibles (...); aumentar la motivación, y por tanto la energía, de un ingente número de personas. Y a lo largo de todo el proceso, evaluar lo que funciona y lo que no (...). Hoy podemos afirmar que la meta de que 'todos los niños accedan a la lectura comprensiva y fluida y resuelvan problemas matemáticos' no solo es alcanzable, sino que es posible alcanzarla en poco tiempo y a un coste razonable en los países de recursos escasos”.

Steve Reich, premiado en la categoría de Música Contemporánea, dijo que “ser premiado por participar en el conjunto del desarrollo mundial del conocimiento humano es sin duda un honor”. Para Reich, el hecho de que el concierto celebrado la víspera de la ceremonia incluyera, junto a sus propias composiciones, la Consagración de la Primavera de Stravinski, ha sido “un honor añadido, y también un reto: ¡que una composición mía preceda a la que por lo general se considera la mayor obra maestra de la música del siglo XX no es cualquier cosa!”, dijo.

MAPA DEL CONOCIMIENTO ACTUAL

Los premios Fronteras del Conocimiento fueron creados en 2008 por la Fundación BBVA para reconocer a autores de avances radicales y particularmente significativos en un amplio abanico de áreas científicas y tecnológicas características de nuestro tiempo. La iniciativa cuenta con la colaboración de la principal entidad pública de investigación multidisciplinar española, el CSIC.

Todos los premiados han recibido un símbolo artístico obra de la escultora Blanca Muñoz (Madrid, 1963), basado en varias espirales que representan la evolución e interrelación de las disciplinas científicas. La espiral, explica la autora, “es la mejor solución para crecer en poco espacio y la mejor forma para representar la continuidad”.

Francisco González, presidente de la Fundación BBVA, manifestó que “los Premios Fronteras representan las convicciones, principios y valores de nuestra identidad, que se resumen en el convencimiento de que la ciencia, la tecnología, la innovación y la creatividad son las más potentes y versátiles herramientas para ampliar las oportunidades para todos, haciendo compatible el incremento y la extensión del bienestar con el respeto del medio ambiente natural, sostenedor de la vida”.

(SERVIMEDIA)
17 Jun 2014
JRN/caa