Así lo explican en un comunicado, en el que además de “rechazar frontalmente” esta medida que califican de “temeraria”, acusan al Gobierno de “generar incertidumbres en la campaña turística de verano”.

Para los sindicatos de Aena, no hay ningún argumento objetivo que justifique una decisión de estas características en un momento en que el gestor público ha generado más de 700 millones de euros de beneficios en 2013 y las expectativas para 2014 son mucho mejores.

“El anuncio hecho hoy por el Gobierno es un ejemplo más de la improvisación en referencia a la gestión aeroportuaria, ya que ha ido dando bandazos y al final han primado las posiciones de quienes defienden los intereses privados frente al interés general de la ciudadanía”, añaden.

A este respecto, advierten de que “la privatización será un duro golpe a la economía del país y especialmente a un sector como el turístico, motor de la recuperación económica”.

Además, denuncian que va a suponer un incremento de las tasas aeroportuarias, una reducción de la calidad y seguridad de las operaciones aéreas ya muy mermadas con la política de ajustes de los últimos años, la eliminación de las rutas no rentables para los intereses de los inversores aunque sí para los usuarios y el desarrollo económico y social de los entornos aeroportuarios.

Por último, lamentan que esta decisión se haya adoptado sin consultar a los representantes de los trabajadores, por lo que exigen al Ministerio de Fomento que dé las explicaciones oportunas sobre cómo les afectará.