Según explicó la Benemérita, a las 00.15 horas del día de autos dos transportistas se encontraban jugando en un salón de juegos de dicho centro comercial y, tras ganar casi 5.000 euros, y al volver a su camión, fueron asaltados por los ahora detenidos en la pasarela que comunica el centro comercial con el aparcamiento.

Las víctimas recibieron golpes con objetos contundentes que ocasionaron la muerte a una de ellas tres días después. Su acompañante resultó gravemente herido y estuvo hospitalizado tres semanas. Los asaltantes abandonaron el lugar de los hechos llevándose consigo el dinero del premio obtenido por las víctimas en el salón de juegos.

La Guardia Civil puso en marcha la Operación Zarcoiris, y los agentes averiguaron la identidad de los presuntos autores y su 'modus operandi'. Uno de los detenidos observó en el salón cómo los camioneros ganaban el premio, se desplazó a la localidad de La Almunia de Doña Godina (Zaragoza) para recoger a su amigo y juntos regresaron al centro comercial donde, tras comprobar que los ganadores del premio seguían en el interior, les esperaron a la salida.

Durante la investigación también se averiguó la identidad de una tercera persona que conocía los hechos desde el primer momento. A los tres se les detuvo el martes 10 en las localidades zaragozanas de La Almunia de Doña Godina y Calatorao.

Los autores materiales, N.A.C. y A. R.O., son dos hombres de nacionalidad española, de 32 y 24 años y residente en La Almunia. El tercero S. G. C., hombre de nacionalidad española, de 37 y residente en Calatorao, ha sido arrestado como encubridor.

Los dos presuntos autores materiales fueron detenidos a primeras horas de la mañana; en los registros de sus domicilios fueron intervenidas tarjetas de teléfono, discos duros y un ordenador portátil, además del vehículo de uno de los detenidos. En el salpicadero se encontró un doble fondo con una bolsa que contenía cuatro gramos de cocaína en roca. Al encubridor se le detuvo por la tarde.

Del botín, uno de los detenidos se gastó lo que le correspondía en salones de juego, mientras que el segundo había utilizado parte del dinero para comprar el ordenador intervenido.