Durante el evento leyeron un manifiesto sobre la solidaridad española donde recordaron el papel de las ONG para ayudar a los más necesitados, pero indicaron que en ningún caso puede “sustituir las labores de los servicios públicos”. Además, presentaron una nueva campaña de apoyo económico que consiste en mandar un SMS, con coste de 1,20 euros, con la palabra 'SOMOS' al 28014

Ese espíritu estaba presente nada más entrar a la plaza, donde la obra del artista Belín, sobre la pobreza, mostraba a un niño con antifaz “porque quiere luchar contra su situación y está sobreviviendo como el héroe que es; que todos somos, aunque no lo sepamos”.

Tras él, las pirañas dibujadas por los aerosoles de Saturno perseguían a un personaje que, sin nadie que asistiera su emergencia, se veía condenado “y él es de pintura, pero son muchos los que viven esa presión y están solos”, matizaba el artista.

En el centro, Musa jugaba con los colores para hablar de sanidad. “Vivimos entre colores alegres cuando estamos sanos, pero todos tenemos tonos depresivos en el fondo; y es que la sombra de la enfermedad planea sobre todos y nos recuerda que la sanidad es una necesidad general”, explicaba.

Por su parte, los artistas Fratelli y Moca convertían a las ONG educativas en la loba que protegía a Rómulo y Remo, según el mito de la fundación de Roma, pero en este caso era de colores y protegía a los menores más desprotegidos de las sombras. Con esa oscuridad jugaba Suso 33 al convertir una pared blanca en una hilera de formas humanas negras, sin rostro, que mostraban cómo “somos muchos, pero demasiadas veces estamos solos”, al menos así lo pensaron varios asistentes.

Cerraban la exposición -2 Spread con un mural participativo. En su caso, la célebre frase de Nelson Mandela: “La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo” se plasmaba en un mural lleno de niños volando “gracias a los superpoderes que dan los libros”, los cuales eran destapados por los asistentes.

Todas las obras tenían por objetivo atraer a los curiosos que no paraban de llegar y tratar de consolidar “la particular solidaridad española”, pues según explica uno de los portavoces de la iniciativa “cuando sucede una catástrofe, los españoles somos los primeros, sin embargo en el día a día solo somos uno de cada diez”, concluye.