Así lo anunció este viernes la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

En las cinco ediciones precedentes de este plan el Ejecutivo ha destinado un total de 540 millones de euros a estas ayudas, que son, de forma general, de 2.000 euros, aportados en un 50% entre el Gobierno y las marcas.

En el caso de los vehículos de cinco o más plazas, familias numerosas o personas con discapacidad, la ayuda asciende a 1.500 euros por parte del Gobierno, lo que supone un total de 3.000 euros con la aportación del vendedor.

El límite máximo del precio de venta del nuevo vehículo es de 25.000 euros, antes del IVA, salvo en el caso de las personas con discapacidad, que pueden adquirir un nuevo automóvil de hasta 30.000 euros.

Desde que el Gobierno lanzara la primera edición del plan, hace cerca de dos años, la patronal del sector, Anfac, estima que estas ayudas han generado un impacto económico de unos 6.000 millones de euros, además de permitir una recaudación fiscal de unos 2.000.

El Ejecutivo destaca además, que desde el punto de vista medioambiental, el PIVE ha permitido un ahorro energético de 127 millones de litros de combustible al año y una reducción de las emisiones anuales de 262.000 toneladas de CO2.

Además, el Gobierno va a aprobar otros tres planes de ayudas relacionados con el sector del automóvil. Se trata de una cuarta edición del Plan PIMA aire para vehículos comerciales y de dos planes nuevos para la adquisición de vehículos eléctricos y pesados.

El nuevo PIMA Aire tendrá una dotación de 10 millones de euros y permitirá la compra de 7.500 vehículos comerciales mientras que el programa para vehículos eléctricos contará con otros 10 millones para cofinanciar la adquisición de 1.800 vehículos de este tipo.

Por su parte, el plan para vehículos pesados, que contará con financiación del BEI y de la iniciativa privada, contempla una inversión de 405 millones para cofinanciar la compra de 2.500 vehículos industriales.