Esta disminución supone un ahorro de 1.528.110 metros cúbicos, el equivalente a 611 piscinas olímpicas o el consumo de 30.525 habitantes en un año, según informa la compañía.

Asimismo, las emisiones unitarias de CO2 en producción se han reducido un 35,9 por ciento en tan sólo cinco años, y un 5 por ciento en el último año, gracias a un uso más eficiente en la energía térmica.

Para 2020, el grupo cervecero se marca como objetivos a nivel global reducir el consumo específico de agua en un 25 por ciento, reducir las emisiones de CO2 en fábricas (40 por ciento), en equipos refrigeradores (50 por ciento) y en distribución (20 por ciento).

Esta disminución ha sido posible gracias al trabajo desarrollado en los centros de producción utilizando la metodología TPM (Total Productive Management), que se basa en la búsqueda continua de evitar las pérdidas y mejorar la eficiencia.

Estas actuaciones se complementan con otras medidas adoptadas para reducir la huella de carbono, incluyendo la implantación de los equipos de refrigeración más verdes en los puntos de venta o una campaña de sensibilización al cliente de hostelería para fomentar el uso de la botella retornable, que se está realizando esta semana.