Liberada en Zaragoza una mujer con discapacidad que era prostituida en condiciones de semiesclavitud
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La Policía Nacional ha liberado en Zaragoza a una mujer de nacionalidad búlgara con una discapacidad física, que estaba siendo prostituida por una banda en condiciones de semiesclavitud.
Según informó la Policía, esta mujer ha sido liberada en el marco de la llamada ‘operación Marshal’, en la que se ha procedido a la detención de ocho personas como presuntas autoras de delitos relativos a la prostitución y contra la salud pública.
Esta detención se enmarca dentro del Plan Policial de Lucha Contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual, puesto en marcha en abril de 2013 y que durante el primer año de vigencia del plan ha llevado a detener a 902 personas y a liberar a 354 víctimas.
Las investigaciones han determinado que la banda que prostituía a esta mujer con discapacidad se dedicaba a captar mujeres jóvenes en Bulgaria, con muy pocos recursos económicos o que formaban parte de familias desestructuradas. La red hacía creer a estas jóvenes que iban a encontrar un trabajo en España con el que poder ayudar a su familia y salir de su precaria situación económica.
CON ENGAÑOS
De este modo, convencían a las víctimas para trasladarse a España. En algunos casos la red utilizaba a conocidos de las víctimas e incluso familiares, para convencerlas. Una vez en territorio nacional, las mujeres eran informadas de la verdadera actividad laboral que iban a desarrollar, que era la prostitución callejera en una zona del Polígono Cogullada de Zaragoza.
Esta zona está dominada y controlada ciudadanos búlgaros, que son compatriotas de la banda desarticulada. Se da la circunstancia, además, de que las propias mujeres de los captores ejercían la prostitución, por lo que esto servía de refuerzo para convencerlas de que era una actividad “normal” y bien remunerada.
El grupo que retenía a la mujer tenía una cabeza visible, el llamado ‘Sheriff’, al que las mujeres prostituidas pagaban un canon para poder establecerse en su zona. El control de las mujeres se realizaba a través de compatriotas suyas -que también ejercían la prostitución en el mismo lugar y pertenecen a la organización- y por los proxenetas, que las vigilaban desde sus vehículos, además de recaudar el dinero que obtenían por los servicios sexuales.
Los investigadores han podido comprobar que las mujeres no recibían una alimentación suficiente y adecuada, no tenían unas condiciones higiénicas mínimas, se hallaban mal vestidas -con vestidos y calzado rotos- y desprotegidas ante enfermedades relacionadas con su actividad. De hecho, los responsables de la organización las publicitaban por Internet ofreciendo servicios sin usar preservativos. Alguna de las prostitutas entrevistadas durante el operativo manifestó a los agentes tener varias enfermedades venéreas. La víctima liberada estaba emparentada con uno de los proxenetas.
(SERVIMEDIA)
28 Mayo 2014
NBC/gja