Así se pone de manifiesto en el informe anual de la Fundación ANAR, que fue presentado en rueda de prensa por Benjamín Ballesteros, director de Programas de la Fundación ANAR, y Leticia Mata, directora del Teléfono ANAR.

En algunos casos, además de pensamientos, algunos jóvenes ya lo han intentado en alguna ocasión como vía para escapar de los problemas, que generalmente están relacionados con la violencia que sufren en el entorno familiar o escolar.

Además, el teléfono recibió el año pasado 176 llamadas de adolescentes que se autolesionaban para soportar un dolor físico que les hiciera olvidar el psicológico. “En muchos casos lo hacen para sentir que están vivos”, añadió Benjamín Ballesteros, quien se mostró “muy preocupado” por la gran diferencia que existe entre chicos y chicas en este tema, puesto que en la gran mayoría de casos son ellas las que recurren a este tipo de conductas, “que pueden incrementarse por la difusión que las nuevas tecnologías pueden hacer de este comportamiento”.

AUMENTO DE LA VIOLENCIA

Durante 2013 el Teléfono ANAR atendió -a través de los teléfonos de Ayuda a Niños y Adolescentes, del Adulto y la Familia y el de Niños Desaparecidos- un total de 423.136 llamadas, una media de más de 1.154 llamadas diarias, lo que representa un aumento cercano al 30% con respecto a 2012.

“A lo largo del año pasado, desde el Teléfono ANAR se realizaron 17.659 derivaciones de casos a recursos del ámbito jurídico y social y se pusieron en marcha 445 intervenciones urgentes ante la detección de situaciones de grave riesgo para la integridad de los menores de edad, como son el maltrato físico o psicológico, el abandono o el abuso sexual”, según datos del informe de la fundación.

Dentro de los casos de violencia que sufren los menores de edad en el ámbito familiar, se detecta un preocupante incremento de los casos de maltrato físico y psicológico que sufren los niños y jóvenes a manos de sus padres o padrastros. De hecho, representan el 17% de las llamadas atendidas en 2013, frente al 12,5% de las llamadas del año anterior. Esta situación es todavía más alarmante, pues las peticiones de ayuda por cualquier tipo de violencia representan más del 35% de las llamadas si se incluyen casos de bullying, abusos sexuales, acoso por redes sociales o violencia de género tanto en primera persona como la que sufre su madre.

“Creemos que una de las causas de este aumento de maltrato es la situación general de crisis, el desempleo y en general las dificultades económicas que atraviesan las familias, lo que agudiza la tensión en los hogares y aumenta la agresividad en el ámbito familiar”, indicó el director de Programas de la Fundación ANAR.

VIOLENCIA HACIA LOS PADRES Y DESAPARICIONES

Tras los problemas de violencia y las dudas de carácter jurídico o legal respecto al menor de edad en procesos como separaciones y divorcios, el tercer motivo de consulta al Teléfono del Adulto y la Familia (el 9,4% de los casos) son problemas de conducta en niños y adolescentes. Casi siempre se trata de familias monoparentales, y generalmente la violencia suele ir dirigida hacia la madre. “El problema de estos casos es que no se suelen denunciar, sino que se tapan”, agregó Leticia Mata.

Por otra parte, en 2013 el teléfono atendió un total de 229 casos de niños desaparecidos. Los principales motivos son las fugas, que representan el 50,2% de los casos; los secuestros parentales, el 19,6%, y situaciones en las que los menores de edad han sido echados de casa, el 18,8%.

Desde la Fundación ANAR recuerdan la importancia de que la gente conozca el 900 20 20 10, que es el número del Teléfono ANAR, que se trabaja manteniendo el anonimato de las personas que llaman y que además del teléfono de atención a niños se atienden llamadas de adultos, ya sean familiares o no, información sobre menores desaparecidos, se proporciona asesoramiento jurídico y poco a poco está empezando a trabajar también con las nuevas tecnologías a través de su correo electrónico. Además, próximamente se lanzará un chat como nueva forma de comunicación.