Así lo ha señalado Prado durante su intervención en la Junta General de Accionistas celebrada en Madrid, en la que consideró que la reforma energética no se ha ordenado en un plan de medidas “coherente” y “previsible”, sino que “se ha ido desgranando en una sucesión interminable de normas legales”.

En su opinión, en lugar de centrarse en los “verdaderos problemas” del sector, la reforma energética se ha centrado de “forma prioritaria” en la reducción de la retribución de las actividades eléctricas, a pesar de que “había otras vías”.

A su juicio, el entorno económico y regulatorio en España, el principal mercado de Endesa, “ha sido” y “sigue siendo adverso”, tras la caída del 2,2% de la demanda eléctrica peninsular en 2013, acumulando tres descensos anuales consecutivos.

El impacto de las medidas regulatorias de los ejercicios 2012 y 2013 ascendió a un total de 1.329 millones en el Ebitda de la compañía, recordó Prado, que lamentó ante los accionistas la pérdida de “110 millones al mes, 22,5 millones cada semana y 3,6 millones cada día”.

MANO “TENDIDA”

Prado defendió que “aunque no se reconozca” las empresas eléctricas “en general” han tratado de presentar propuestas al respecto, si bien en ocasiones han sido “críticos”, pero siempre con la “voluntad” de mantener unas relaciones basadas en la “lealtad” y el “diálogo” con la Administración.

“Cosa distinta es que hayamos sido escuchados”, afeó Prado, que sin embargo sostuvo que “seguimos dispuestos a aportar soluciones” ya que “nada nos gustaría más que encontrar la misma voluntad de diálogo en nuestros interlocutores”.

En este sentido, Prado indicó que “cuando hemos sido escuchados” las medidas implementadas han sido “más razonables” aún cuando “no las compartíamos en su totalidad”, por lo que instó al diálogo al quedar “aspectos importantes” pendientes y la posibilidad de que algunos puntos abordados en la reforma “tengan que ser revisados”.

“Nuestra mano sigue estando tendida siempre sobre la base de considerar que el futuro del sector eléctrico en España pasa por una mayor liberalización”, añadió.

En cualquier caso, Prado dijo poder ser “optimistas” de cara al futuro, ya que “en su momento se tomaron decisiones de diversificación adecuadas”, y explicó que en España y Portugal el “empeño” seguirá en la “protección de la rentabilidad”, la optimizaciones de costes, las inversiones “acordes con el entorno” y el mantenimiento de la solidez financiera.

Mientras, en Latinoamérica, la compañía energética buscará seguir consolidando su liderazgo ante la “oportunidades de crecimiento” que presenta la región, y tras la ampliación de capital de Enersis.

FELICITA AL GOBIERNO

En otro sentido, el presidente de Endesa felicitó al Gobierno por el “éxito” de su “política ortodoxa”, y dijo ver “evidente” que la recuperación de la actividad económica en España “está en marcha”.

Así, Prado destacó las “buenas vibraciones” en materia económica ante el descenso de la prima de riesgo, la fortaleza de las exportaciones, y el “ilusionante” interés mundial “por nuestro país y nuestra economía”.

De igual forma, Prado agregó que dentro de España se perciben síntomas “tan representativos” como la subida de la recaudación fiscal o la creación de empleo, por lo que animó al Ejecutivo a que mantenga el “espíritu reformista” al ser la “mejor garantía para la continuidad y el reforzamiento de la recuperación de nuestra economía”.

REORDENAR LA FACTURA

De su lado, el consejero delegado de Endesa, Andrea Brentan, pidió durante la junta “coraje” para realizar una liberalización del mercado minorista que pase por la eliminación de las tarifas reguladas, a excepción de las que protegen a las “capas más desfavorecidas de la sociedad”.

Brentan advirtió de la “problemática situación” de los operadores eléctricos, con las energías eólicas “más castigadas” que las solares, y lamentó que con la llegada del PVPC se haya perdido una “excelente oportunidad” para proceder a su liberalización según las directivas europeas.

Brentan recordó que el 50% de la factura eléctrica proviene de impuestos, gravámenes y otras cargas que son “consecuencia de decisiones políticas”, por lo que abogó por que sean trasladados a los Presupuestos Generales del Estado (PGE), especialmente ante la “excelente oportunidad” para reordenar la materia en el contexto de la reforma fiscal.