Esta mañana comenzaron en la Audiencia Nacional las declaraciones de los nueve policías imputados por, presuntamente, hacer gestiones favorables a esa red. Ninguno ha reconocido haber incurrido en comportamiento ilícito, pero el informe de Asuntos Internos en el que se basa la Fiscalía Anticorrupción señala que ese trato de favor existió.

Fuentes jurídicas explicaron a Servimedia que la red china tenía supuestamente contactos con policías que les podían mantener informados sobre asuntos relacionados con sus negocios, desde inspecciones hasta los trámites necesarios para poner en marcha un negocio o para gestionar permisos de residencia o de trabajo.

La mayoría de los agentes implicados trabajan o han trabajado en Fuenlabrada, localidad madrileña donde se encuentra una gran concentración de negocios de ciudadanos de origen chino dedicados a la importación y venta en el polígono industrial Cobo Calleja; en Coslada; o incluso en el aeropuerto de Barajas.

Los servicios que presuntamente les daban estos agentes se centraban en la agilización de trámites y la atención inmediata a sus peticiones, la concesión de licencias para la apertura de negocios y la asesoría permanente en relación a cualquier trámite administrativo. Los contactos eran, según el informe, casi diarios y así lo acreditarían las grabaciones de las conversaciones telefónicas registradas por Asuntos Internos.

A cambio de estas tareas, los funcionarios recibirían, según Asuntos Internos, jamones, botellas de vino, bolsos para sus mujeres, entradas para el fútbol, incluso en el palco del Real Madrid, y localidades para corridas de toros.

Jacobo Teijelo, el abogado de Yonging Xia, otro de los implicados en la trama, aseguró tras las respuestas de los tres primeros policías que han declarado en la Audiencia Nacional que los supuestos regalos son una simple “anécdota” que pretende obviar que esta investigación judicial pretende “inutilizar personas” y “buscar a los mayores importadores de China para ir a por ellos” dejando, en cambio, sin investigar las relaciones de este caso con la 'trama Gürtel' y el gestor de fondos suizos Arturo Fassana.