La Audiencia Nacional absuelve a un miembro de Resistencia Galega de pertenencia a organización terrorista
- Pero le condena a siete años de prisión por posesión de explosivos
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La sección segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional ha absuelto a Adrían Mosquera Pazos del delito de pertenencia a organización terrorista por su vinculación con Resistencia Galega, pero le condena a siete años de cárcel y seis más de inhabilitación absoluta sobre la pena privativa de libertad por tenencia de explosivos.
El acusado, para el que el fiscal pedía 18 años de prisión por ambos delitos, negó durante el juicio formar parte de este grupo y calificó de "salvajada" la utilización de la violencia para conseguir la independencia u otros fines políticos.
Mosquera aseguró no tener ninguna vinculación con movimientos nacionalistas gallegos y remarcó que en pleno siglo XXI el recurso a la violencia es una "salvajada" y la utilización de explosivos es "una barbaridad" por el riesgo que supone para la vida de las personas y de los bienes.
El joven fue detenido en una casa abandonada en Ames (A Coruña) donde iba a recoger tres explosivos. En el juicio aseguró que desconocía que el material incautado fuesen artefactos explosivos y añadió que a ese monte acuden habitualmente los jóvenes para "estar con chicas o fumar porros".
Según la fiscal Ana Landeras, Adrián Mosquera, alias 'Senlheiro', pertenecía a la Asamblea da Mocidade Independentista (AMI), una asociación que cumplía con las directrices de la organización terrorista Resistencia Galega. Esta es al tesis que sostenía el informe pericial de la policía.
Ese informe asegura que la AMI es una organización juvenil de ideología radical y violenta que “constituye la organización Resistencia Galega”. Sin embargo la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional entiende que este extremo no está suficientemente probado, como tampoco la conexión directa entre la organización juvenil y las actividades delictivas de Resistencia Galega.
En cambio, sí ve un delito de tenencia de explosivos porque el acusado acudió a la casa que estaba bajo vigilancia policial por haberse detectado en su interior los artefactos. Los agentes oyeron a Mosquera acercarse a la casa y le vieron encender una linterna al entrar en la casa y dirigirse directamente a la estantería donde se encontraban los explosivos.
El bosque donde se encontraba este zulo ya era obejeto de vigilancia policial porque unos días antes ya se había detenido a otra persona portando explosivos. El tribunal considera de el joven no podía ser considerado un simple senderista dada la “certeza en la ubicación” de lo que se buscaba y le considera el “destinatario de la entrega de los explosivos”.
(SERVIMEDIA)
25 Abr 2014
SGR/gja