El autor, que se desligó de la primera fila de la política para dedicarse a otros proyectos (entre ellos como editor de la citada firma), aborda en casi 200 páginas las intrigas palaciegas de una de las ciudades más hermosas, capaz, según él “de lo mejor y lo peor”. Tanto es así que de Medina Azahara salieron leyendas como las de ‘Las mil y una noches’ y fue calificada como “la perla de Al Ándalus”.

En la obra, el ex político se sumerge en aquella ciudad a la que hace un milenio el todopoderoso Abderraman III denominó ‘Medina Azahara’ en homenaje a su concubina favorita. Además del primer califa omeya, en la urbe vivieron su hijo Al Hakam II, a quien su padre encomendó la supervisión de la construcción de la ciudad palatina; Hixam II, que según cuenta la historia, fue una marioneta en manos del legendario caudillo Almanzor; Wallada, la princesa poeta que se resistió a los convencionalismos (no llevaba velo y deambulada libremente por la corte); o el propio hijo de Almanzor, Abd al-Malik, cuya fama de depravado, libertino y borracho era notoria en la corte.

Pimentel también aborda historias procedentes de otros reinos lejanos cuyos siervos visitaban ante el califa y otros diversos relatos que muestran la ajetreada y breve vida de la ciudad desde su concepción (año 936) hasta su destrucción en 1013, cuando finalizó el califato.

Manuel Pimentel (Sevilla, 1961), que se adentró en el mundo del libro en las vertientes de editor y escritor, ha publicado varias novelas (‘Peñalaja’, ‘Monteluz’, ‘Puerta de Indias’, ‘La Ruta de las Caravanas’, ‘El Librero de la Atlántida’, ‘El Arquitecto de Tombuctú’ y ‘El decálogo del Caminante’), así como diversos ensayos y relatos.

Ingeniero Agrónomo, abogado, diplomado en alta dirección de empresas, máster en Prevención de Riesgos en la Comunidad, preside la Asociación Española de Empresas de Consultoría (AEC), of counsel de Baker&McKenzie, desarrolla su actividad profesional en los campos de estrategias negociadoras y resolución de conflictos.