La apnea del sueño puede aumentar el riesgo de tener cáncer
- Este viernes se celebra el Día Mundial del Sueño
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La apnea del sueño grave podría aumentar el riesgo de tener cáncer y de que éste se extienda con más rapidez, según sugieren varios estudios desarrollados por el Grupo Español de Sueño de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ).
El coordinador del área de los trastornos del sueño de la Separ, Nicolás González, dio cuenta de estas investigaciones en una rueda de prensa en Madrid, convocada con motivo del Día Mundial del Sueño, que se celebra el 14 de marzo.
Según indicó, el más reciente de esos estudios, publicado en la revista de la American Thoracic Society, concluye que el 5,3% de los cerca de 5.000 pacientes incluidos habían desarrollado un cáncer durante el seguimiento al que se les sometió.
“Los efectos de la falta de oxígeno -hipoxia- que genera la apnea podrían estar relacionados con la formación y más rápida progresión de los tumores, y de cualquier tipo”, añadió González. De momento, esta asociación se da en mayor medida en varones jóvenes.
Aunque ya se dispone de “datos clínicos contundentes”, el Grupo Español de Sueño está realizando un nuevo estudio, en el que participan 450 pacientes de 30 centros de toda España, para confirmar la asociación entre esta patología con el cáncer. La Separ espera disponer de resultados “sólidos y precisos” en los próximos dos-tres años.
HASTA UN 45% DE LA POBLACIÓN AFECTADA
La apnea del sueño y los problemas de insomnio afectan a entre un 30 y un 45% de la población adulta en todo el mundo, y a alrededor de un 2% de niños. En España, un tercio de la población acusa trastornos de este tipo.
Según el coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la Sociedad Española de Neurología (SEN), Hernando Pérez, los trastornos respiratorios del sueño pueden conllevar demencia vascular, y ya se estudia su asociación con la enfermedad de Alzhéimer. En un 50% de los casos, además, “las apneas generan pequeñas lesiones vasculares cerebrales que, a la larga, pueden ser causa de demencia”.
Los trastornos respiratorios del sueño son más frecuentes en pacientes con parkinson, enfermedades neuromusculares o narcolepsia, y, en ellos, conllevan un agravamiento de su sintomatología.
La apnea del sueño puede aparecer a cualquier edad. Entre los más pequeños, el pico de máxima incidencia se sitúa entre los dos y los seis años, y puede afectar hasta a un cuatro por ciento de la población infantil.
En los casos leves, el tratamiento se centra en la pérdida de peso del paciente y en el seguimiento de ciertas recomendaciones generales, como evitar el tabaco y el alcohol, practicar ejercicio ligero, exponerse a la luz del sol y evitar irse a la cama con dispositivos electrónicos que emitan luz, como el teléfono móvil o la tableta.
(SERVIMEDIA)
11 Mar 2014
LLM/caa