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11-M. Rouco: “El perdón solo se puede hacer efectivo con arrepentimiento sincero y la reparación de los daños”

MADRID
SERVIMEDIA

El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco, afirmó este martes, en la homilía que pronunció en la misa solemne de homenaje y recuerdo a las víctimas en el décimo aniversario de los atentados terroristas del 11-M, que “hay que estar abierto al perdón siempre, aunque sólo se pueda hacer efectivo cuando se muestra arrepentimiento sincero por los crímenes cometidos y se reparan los daños causados”.

Los Reyes, la Princesa de Asturias y la infanta Elena asistieron a esta misa junto a cerca de 1.000 personas que llenaron la catedral de la Almudena de Madrid para tributar un homenaje a las 191 personas que perdieron la vida hace ahora 10 años en el peor atentado terrorista registrado en España y en Europa, llevado a cabo por un comando yihadista. El Príncipe de Asturias no pudo acudir porque se encontraba en Chile en la toma de posesión de la presidenta Michelle Bachelet.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y su mujer, Elvira Fernández; la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría; los ministros de Justicia e Interior, Alberto Ruiz-Gallardón y Jorge Fernández Díaz; los presidentes del Congreso y del Senado, Jesús Posada y Pío García-Escudero; el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba; el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González; la alcaldesa de la capital, Ana Botella, y las presidentas de las asociaciones de víctimas del terrorismo, María del Mar Blanco (FVT), Ángeles Pedraza (AVT), Ángeles Domínguez (Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M) y Pilar Manjón (Asociación 11-M, Afectados del Terrorismo) ocupaban las primeras filas. Pero las más cercanas a la Familia Real eran estas cuatro mujeres que representan el dolor y el consuelo de las víctimas.

Ellas recibieron a la puerta de la catedral de la Almudena a don Juan Carlos y doña Sofía, a la princesa Letizia y a la infanta Elena y con ellos dialogaron unos minutos antes de entrar al recinto sagrado.

Además de familiares y amigos de las víctimas, había una importante representación de policías, bomberos, psicólogos, conductores de ambulancias y todos aquellos que se convirtieron en héroes anónimos el día de la tragedia y que querían recordar a las víctimas.

Rouco Varela, que estuvo acompañado por 40 obispos de toda España, agregó en la homilía que las víctimas del 11-M murieron “porque hubo alguien, personas que con una premeditación escalofriante estaban dispuestas a matar inocentes, a fin de conseguir oscuros objetivos de poder; porque hay individuos y grupos sin escrúpulo alguno, que desprecian el valor de la vida humana... subordinándolo a la obtención de sus intereses económicos, sociales y políticos. Porque nunca faltan caínes dispuestos a matar a Abel”.

También acudieron a este solemne acto representantes de otras religiones, aunque no hubo concelebración, como Ray Tatary, de la comunidad islámica; monseñor Timotei, obispo de la Iglesia Ortodoxa rumana; Carlos López, de la Iglesia Episcopal española; Andrey Kordochkin, párroco de una Iglesia Ortodoxa rusa en Madrid, o Enrique Caputo, de la Federación de las Comunidades Budistas, entre otros.

Asimismo, asistieron algunos embajadores de países que han sufrido grandes atentados terroristas, como los de Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Filipinas, entre otros.

Los ministros de Justicia e Interior comulgaron, al igual que la infanta Elena, que ocupaba un lugar preeminente junto a su cuñada la Princesa de Asturias y detrás de sus padres, los Reyes de España.

(SERVIMEDIA)
11 Mar 2014
MAN/caa