Según informa Bruselas, al recibir esta estimulación, las células que contienen el aceite se rompen, con lo que se simplifica su extracción.

Además, en el proyecto participan la española Aceites Malagón y otros 3 socios, la Universidad Técnica de Berlín, la empresa italiana D’Addato Agroalimentare y el fabricante turco de maquinaria oleícola Hakki Usta .

En estos momentos, la fase de investigación y desarrollo del proyecto ha concluido, y la planta piloto de Aceites Malagón continúa trabajando en la obtención de datos en base a diferentes cosechas para avalar la rentabilidad del proyecto antes de su comercialización.

Bruselas destaca que el proyecto Oilpulse nace con el objetivo de hacer más competitivo un sector en el que se están incorporando nuevos mercados.

Explica que al aumento de la producción se suman otras ventajas para el productor como que se obtiene un aceite de mayor calidad. dado que permite transformar las olivas a temperaturas más bajas (es el llamado 'prensado en frío'). De esta forma, no sólo se generan menos desechos, sino que el aceite que se obtiene es más rico en fitonutrientes y alarga la vida útil del producto final.

Además, añade que como consecuencia de esta reducción de la temperatura en el proceso de transformación, el ahorro energético para las compañías olivareras es muy significativo, contribuyendo a su competitividad.

Oilpulse, el proyecto financiado por la UE y llevado a cabo por Ateknea Solutions se encuentra en las fases previas a su comercialización. Los investigadores que lideran el proyecto contemplan que en el futuro Oilpulse pueda aplicarse a la extracción mecánica de otros aceites, tanto los comestibles como los utilizados para la producción de biodiesel.