semFYC se refiere así a lo acordado la semana pasada en la Comisión de Sanidad de la Cámara Baja sobre la regulación de los límites de uso de los cigarrillos electrónicos y de su publicidad, que ahora tiene que pasar por el Senado para su ratificación o modificación.

Según indicó este lunes la sociedad médica en un comunicado, esta medida supone "un paso atrás y va en contra de proteger a los consumidores", al desconocerse los riesgos para la salud del vapor emitido por el cigarrillo electrónico y no estar demostrada su seguridad ni para el usuario ni para los que están a su alrededor.

"Es importante tener en cuenta que las medidas aprobadas siguen suponiendo un 'limbo legal' ante otras cuestiones tan importantes como es la reglamentación de los productos utilizados, la información de los peligros para los niños y la cantidad de nicotina que contienen", apuntó la coordinadora del Grupo de Trabajo de Abordaje al Tabaquismo (GAT) de la semFYC, Ana María Furió.

Teniendo en cuenta que no hay estudios que demuestren la seguridad y eficacia de este producto para dejar de fumar, los médicos de familia de esta sociedad científica consideran necesario investigar más para valorar su seguridad a corto y largo plazo y su eficacia como método de abandono del tabaco.

Por este motivo, insisten en que el Ministerio de Sanidad amplíe lo antes posible su prohibición a todos los lugares públicos cerrados, incluyendo los bares y restaurantes y su venta y publicidad a los menores.