Los ecologistas ven “una temeridad” que el Gobierno estudie ampliar la vida de las nucleares a 50 o 60 años

MADRID
SERVIMEDIA

Ecologistas en Acción y Greenpeace consideraron este lunes “una temeridad”, “descabellado” y “poco realista” que el Gobierno se plantee ampliar la vida útil de las centrales nucleares de los 40 años actuales a 50 ó 60 años, tal y como ha asegurado el presidente de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), Francisco Gil-Ortega, y remarcaron que esta decisión no corresponde al Ejecutivo de Mariano Rajoy, sino al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).

El último Plan General de Residuos Radiactivos, de 2006, establece como escenario de referencia que las centrales nucleares españolas tengan 40 años de vida útil. El CSN afirma que España cuenta con seis instalaciones en explotación, de las cuales dos (Almaraz y Ascó) tienen dos unidades gemelas, es decir, cada dispone de dos reactores nucleares.

El coordinador del Área de Energía de Ecologistas en Acción, Rodrigo Irurzun, comentó a Servimedia que esta decisión, de llevarse a cabo, sería “una temeridad porque incrementará gravemente el riesgo de que se produzca un accidente serio”.

“Hay que tener en cuenta que todos los años se producen varias decenas de incidentes por fallos de seguridad y muchas veces por errores humanos. Cuanto más obsoleta es una instalación, más fácil es que pase algo grave, más nos costará gestionar los residuos y el coste económico sería incalculable, con lo cual hay que dejar de producirlos cuanto antes”, explicó.

Irurzun señaló que la prolongación de la vida útil de las centrales nucleares se sustenta en que “no se va a construir ninguna en España porque son muy caras y hace falta mucho capital que hay que recuperar a largo plazo”.

Sin embargo, destacó que la ampliación de la vida “no depende del Gobierno”, sino del CSN, que renueva los permisos de funcionamiento según el estado de seguridad de las instalaciones. “Los criterios de seguridad en Europa son ahora más estrictos después del accidente de Fukushima de 2011. En general, la energía nuclear es insegura y cuanto más obsoletas son las instalaciones, más insegura es y más peligro hay”, apostilló.

“PROBLEMÓN DEL SISTEMA ELÉCTRICO”

Por su parte, la responsable de la Campaña de Energía de Greenpeace, Raquel Montón, precisó que la ampliación de las centrales nucleares, “más allá de las declaraciones políticas de unos y otros, depende del Consejo de Seguridad Nuclear, que es un organismo independiente”.

Montón enmarcó las declaraciones de Gil-Ortega en “la propaganda de sacar este tema en los medios de comunicación ante el problemón del sistema eléctrico, con el problema del déficit de tarifa que el Gobierno es incapaz de corregir”.

Subrayó que la Comisión Europea lanzó la pasada semana su propuesta energética hasta 2030 con el objetivo de que un 27% de la energía proceda de fuentes renovables, de manera que “la ampliación y la extensión del parque nuclear en Europa va en franco retroceso. La cosa en Europa, ni económica ni medioambientalmente, no va por la ampliación de la vida de las nucleares”.

A este respecto, tildó de “descabellado y muy poco realista” que las centrales nucleares prolonguen su vida útil cuando, además, “las nuevas pruebas de resistencia que se han hecho en Europa tras el accidente de Fukushima o las nuevas necesidades de seguridad o de diseño de las centrales nucleares que se han construido en los últimos años distan mucho de las condiciones de seguridad y de entorno de las anteriores”.

(SERVIMEDIA)
27 Ene 2014
MGR/gja