Con ese argumento, la diputada del PP Ana María Madrazo rechazó en la Diputación Permanente las peticiones del PSOE para que el ministro acuda a explicar ese incremento y también el “desmoronamiento” de la confianza de los ciudadanos en el sistema fiscal.

El socialista Pedro Saura subrayó que la deuda pública se ha incrementado en 300.000 millones de euros en dos años, a razón de 10.000 millones al mes, es decir, el equivalente cada mes a un Plan E como el aprobado por el anterior presidente, José Luis Rodríguez Zapatero.

El 80% de ese incremento, explicó, se debe a las ayudas a las entidades financieras, y los organismos internacionales consideran “explosivo” el comportamiento de la deuda a esos niveles.

Además, alertó, los ciudadanos no entienden que no se frene ese incremento si las prestaciones se recortan “por todos lados” y suben los impuestos “a todo lo que se mueve”. Los únicos beneficiados, denunció, son las constructoras, las eléctricas y los bancos, mientras no llega financiación a las pymes.

Saura dejó ver, además, su temor a que el ministro “vuelva a maquillar” el dato de déficit y su convicción de que los ciudadanos perciben cada vez más la “impunidad” de los grandes defraudadores mientras se castiga a los trabajadores y a la clase media.

Rosa Díez, en nombre de UPyD, y Cayo Lara, por La Izquierda Plural, y Josep Sánchez Llibre, de CiU, respaldaron las peticiones del PSOE, mientras que la portavoz del PP, Ana María Madrazo, subrayó el incremento “muy importante” de la deuda mientras gobernaba Zapatero, y eso a pesar de que dejaron “facturas sin pagar y ocultas en los cajones”.

El PP no considera procedente la comparecencia de Montoro hasta cerrar los datos definitivos, pero “para su tranquilidad” la portavoz aseguró que se cumplirá el objetivo de déficit del 6,5% del PIB porque los datos adelantados de la contabilidad nacional indican que queda un “margen muy importante de más de 20.000 millones hasta el cierre del ejercicio”.

Según el PP, quedaron atrás “los tiempos en que se incumplían sistemáticamente” los objetivos de déficit público e incluso “se ocultaban”.

Rebatió, además, que exista “desmoronamiento” de la confianza en el sistema fiscal y muy al contrario defendió un “cambio de tendencia” debido a las reformas para hacer “más eficaz la lucha contra el fraude”.

Pese a ello, concluyó, el PP es consciente de que el sistema “debe mejorar” y por eso la próxima reforma garantizará un modelo “más equitativo, más igualitario y más justo”.