Según informó la Policía, los nuevos siete arrestados, que tomaron parte en la convocatoria “Rodea el Congreso”, están acusados de delitos de lesiones, atentado a agente de la autoridad, desórdenes públicos y daños. Además, se esperan nuevas detenciones en las próximas horas.

Estos arrestados estuvieron implicados en los altercados que se produjeron al hilo de la convocatoria, que era una protesta no comunicada. En concreto, estos investigados provocaron múltiples traumatismos a 11 agentes de las Unidades de Intervención de la Policía Nacional, los conocidos como antidisturbios, a los que arrojaron todo tipo de objetos contundentes.

Entre los detenidos de hoy se encuentran dos menores de edad, presuntos responsables, entre otros, de graves destrozos de mobiliario urbano, de los daños al vehículo de la Policía Municipal y de producir lesiones a funcionarios policiales. Los investigadores han comprobado que estos jóvenes pertenecen a colectivos integrados en la extrema izquierda más radical y actúan de forma muy organizada con gran violencia.

RIESGO PARA LOS CIUDADANOS

La Policía explicó que a la convocatoria “Rodea el congreso” acudieron personas de diversos colectivos, entre los que se encontraban radicales integrados en grupos de extrema izquierda.

Los manifestantes comenzaron una marcha por las principales vías de Madrid, lo que generó problemas circulatorios de gran importancia en el centro de la ciudad. Cuando esta manifestación alcanzó la Puerta del Sol, en la plaza se encontraban miles de personas.

En ese momento, miembros de la Jefatura de las Unidades de Intervención Policial trataron de dialogar con la cabecera de la manifestación para evitar que con la entrada de una masa de personas, se pudieran generar momentos de caos y temor en los ciudadanos allí presentes.

Lejos de dialogar, los radicales que encabezaban la marcha comenzaron a rodear a los agentes y a proferirles insultos graves. Para evitar momentos de tensión con los manifestantes, los policías decidieron replegarse. Cuando se produjo el repliegue un grupo de violentos aprovechó para agredir a los agentes, propinándoles patadas y lanzándoles botellas.

“MASA MUY VIOLENTA”

Posteriormente, el grupo de manifestantes continuó su camino hasta la confluencia de las calles de Atocha y San Sebastián, donde destrozaron un vehículo de la Policía Municipal. Para socorrer a los dos agentes municipales llegaron a la zona varios agentes de la Unidad de Intervención que se encontraron con una masa extremadamente violenta.

Los radicales comenzaron a lanzar botellas de vidrio, piedras y otros objetos contundentes contra los policías, con una clara intención de provocarles las mayores lesiones posibles, consiguiendo herir de diversa consideración a once de ellos.

Cuando se produjeron los enfrentamientos violentos contra las fuerzas del orden, se encontraban en la calle Atocha numerosos vehículos de particulares y un autobús repleto de pasajeros. El medio de transporte colectivo sufrió múltiples impactos de botellazos y otros objetos provocando momentos de gran temor y ansiedad entre sus ocupantes.

Como consecuencia de la acción violenta, se produjeron cuantiosos daños materiales en el mobiliario urbano, por importe superior a 15.000 euros, entre papeleras, señalización, limpieza viaria, contenedores de vidrio y papel, entre otros enseres. El día de los altercados se llevaron a cabo otras siete detenciones por desórdenes públicos y atentado.