Barbarà (EUiA): “No se puede vivir de forma saludable sin trabajo”

- Defiende la lucha social, porque “los derecho no se piden, se ejercen”

- El Partido de la Izquierda Europea aspira “a darle la vuelta a la tortilla”

MADRID
SERVIMEDIA

Toni Barbarà, miembro de la Dirección de EUiA (Esquerra Unida i Alternativa) y uno de los responsables de la Plataforma Programática del Partido de la Izquierda Europea (PIE), considera que “no se puede vivir de una forma saludable cuando uno no tiene trabajo” y defiende que “la lucha social es fundamental” para acabar con la Europa de las desigualdades y con los ajustes del Gobierno.

Así lo afirmó en una entrevista concedida a Servimedia este médico internista de 67 años, secretario de la organización Dempeus per la Salut Publica (En pie por la Sanidad Pública), que impulsó la insumisión contra el "re/copago farmacéutico” en Cataluña.

También es presidente de la Fundaciò L’Alternativa y uno de los responsables de la Plataforma Programática del Partido de la Izquierda Europea (PIE), que aglutina a 33 fuerzas políticas de izquierdas de Europa, como Izquierda Unida, Syriza o Parti de Gauche, y que en diciembre celebró en Madrid su IV Congreso.

“No se puede pretender vivir de una forma saludable cuando uno no tiene trabajo, cuando no tiene pensión, cuando un joven tiene empleo precario y no puede programar lo que hará el mes siguiente, cuando no tiene techo, cuando a uno lo desahucian y lo sacan de casa, cuando uno no puede respirar un aire limpio... ¡Eso determina tanto la salud!”, dijo.

A su juicio, los servicios públicos deben financiarse con recursos públicos y gestionarse de manera pública. En este sentido, rechaza el modelo de sanidad catalán del que algunos “presumen sin ningún tipo de vergüenza”. “Eso que llaman lo mixto, lo híbrido... Se ha sacralizado en la modernidad eso que se llama colaboración público-privada”, cuando, aseguró, “es una parasitación”.

TRUCO

Explicó que “el truco consiste en que recursos de origen público entran en una espiral de ingeniería financiera para acabar sistemáticamente en beneficios de empresas concertadas o privatizadas que, en definitiva, están haciendo su negocio”. “Y esto es un escándalo”, sentenció.

Igual de denunciable es, dijo Barbarà a Servimedia, la “doble puerta” que empieza a haber en muchos hospitales públicos de excelencia. “O entras por lo privado, donde no hay lista de espera, o entras por lo público, si entras, si te da tiempo a entrar, después de una eterna lista de espera. Esa es la colaboración público privada y eso es una nueva forma de inequidad”, afirmó.

Criticó también a quienes justifican los procesos de privatización de la sanidad pública diciendo que no puede ser gratis. “¿Sanidad gratuita? Oiga, no, en absoluto. Gratuita no es. La hemos pagado”, defendió.

A su juicio, es importante “recuperar el lenguaje” para combatir los eufemismos que circulan y abundan en la sociedad, como el de los copagos, y que “con la potencia de muchos medios de comunicación, se explican y se venden fácilmente”.

“Es decir, le dicen a la gente, ‘mire usted, hay una crisis, no llegamos, no hay dinero para todo, gastamos mucho en sanidad...’ ¡Todo eso es mentira! No gastamos mucho en sanidad ni en servicios sociales”, manifestó Barbarà.

Por eso, desde Dempeus impulsaron la desobediencia civil y se “negaron a pagar ese euro por receta que suponía para algunos jubilados escoger si se medicaban la hipertensión o la diabetes o no comían”.

Otra mentira que se ha instalado en la sociedad gracias a quienes impulsan la privatización de lo público es la de que “los servicios públicos son más caros y más ineficientes”. “Tenemos numerosa bibliografía que demuestra lo contrario. Son mucho más eficientes porque con mucha menos inversión se consigue una mejor calidad”, apuntó.

PEOR SANIDAD QUE SUS ABUELOS

Barbarà alertó de que, según publicaciones especializadas como 'British Medical Journal', gracias al desmantelamiento de la sanidad que se está llevando en España “esta generación que nos sigue va a tener una sanidad mucho peor que la que tuvieron sus padres y casi igual o peor que la que tuvieron sus abuelos”.

“¿Cuánto vamos a tardar en recuperarlo? Depende de lo rápido que nos pongamos en ello. Cuanto antes mejor. Lo que sí es cierto, y como todo el mundo sabe, construir es complejo y más lo público, destruir es muy fácil. Reconstruir lo que se ha privatizado, lo que se ha desertizado, lo que se ha usurpado, lo que se ha depredado, resulta siempre muy complejo”, añadió.

Por eso, afirmó, “urge cerrar el paso a este tipo de políticas privatizadoras y de venta sin ningún tipo de escrúpulo” y para eso es necesario que la sociedad española, también en Europa, supere el miedo, la resignación y la autoinculpación, tres “patologías muy graves” que afectan a la sociedad española, también a la europea, y de manera “muy especial” a la catalana.

“La gente tiene miedo. En una situación como la actual, la gente tiene miedo a perder lo poco que le queda, cuando le queda algo”, explicó Toni Barbarà, para quien la sociedad está sumida en “la resignación, en el esto no sirve de nada, en el esto así, en el para qué voy a votar, en el para qué me voy a movilizar", añadió.

La tercera patología es “la autoinculpación”. “Han conseguido que la gente se inculpe de su propia desgracia a base de repetir machaconamente que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, que nos hemos comprado un piso, que nos hemos cambiado el coche, que nos hemos comprado un televisor... La gente, la buena gente, los trabajadores han llegado realmente a creerse ese mensaje y se sienten entre avergonzados y ‘comprensivos’ con la necesidad de purgar la culpa”, denunció.

El reto, dijo, radica en “recuperar de forma crítica pensamiento crítico que nos permita empoderarnos de nuestros derechos y ejercerlos”. “Los derechos no se solicitan, no se piden, no se hacen instancias, no se va a reclamación del usuario, no se es cliente de los derechos. Los derechos, los servicios públicos, los derechos sociales se ejercen, y se ejercen por naturaleza, porque son nuestros derechos, porque los hemos conquistado, porque no nos los regaló nadie”, defendió.

“La gente de mi generación ya corrimos delante de la policía y pisamos calabozos por defenderlos. Si hay que volver a correr, correremos y vamos a seguir pisando los calabozos que hagan falta. La lucha por la recuperación de la dignidad y por la recuperación del empoderamiento ciudadano es una lucha civilizatoria a la que no pensamos renunciar”, dijo.

LUCHA SOCIAL

En su opinión, en la “Europa de las desigualdades” que están construyendo las políticas neoliberales “la lucha social es fundamental”.

En este sentido, aseguró que el Partido de la Izquierda Europea, que recientemente celebró en Madrid su IV Congreso, así como la alternativa que representan formaciones como la liderada por Cayo Lara, Izquierda Unida, “no aspira a mejorar posiciones”, sino “a darle la vuelta a la tortilla”. “Aspiramos a ganar”, dijo.

(SERVIMEDIA)
05 Ene 2014
VBR/gja/caa