El Congreso da el pistoletazo de salida a la reforma del Código Penal de Ruiz- Gallardón

- Al rechazar todas las enmiendas de totalidad

MADRID
SERVIMEDIA

El Congreso de los Diputados rechazó este jueves, por 138 votos a favor, 179 en contra y una abstención, todas las enmiendas de totalidad que todos los grupos parlamentarios de la oposición, excepto UPyD, habían presentado a la Reforma del Código Penal, defendida este jueves por la mañana en el Pleno por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón.

Durante el debate parlamentario, Ruiz-Gallardón defendió este jueves el “carácter democrático” de la prisión permanente revisable, al tiempo que aseguró que los españoles apoyan la reforma del Código Penal que contiene esta medida. Y lo hizo frente una oposición que arremetió con una encendida e implacable crítica contra una reforma que consideran, cuanto menos, arcaica.

Así lo dijo en el Pleno del Congreso de los Diputados, durante el debate de las enmiendas de totalidad al Proyecto de Ley Orgánica que reforma el Código Penal, donde recibió duras críticas de todos los grupos parlamentarios de la oposición.

Ruiz-Gallardón manifestó que negar el “carácter democrático” de la prisión permanente revisable “sería tanto como decir que Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Austria, Suiza o Dinamarca no son países democráticos, porque aplican figuras equivalentes a la prisión permanente revisable y lo hacen además para un número mayor de delitos”.

También dijo que quienes afirman que la prisión permanente revisable es “inhumana” ignoran que “el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha establecido que esta figura es perfectamente compatible con el artículo 3 de la Convención, que prohíbe las penas inhumanas”.

Asimismo, se refirió a las medidas de seguridad, de cuya nueva regulación dijo que “se encuentra sujeta al cumplimiento de estrictos requisitos legales, que garantizarán su aplicación limitada en el tiempo, de forma objetiva y directamente relacionada con la probabilidad de que el autor vuelva a serlo de delitos semejantes”.

El responsable del Ministerio de Justicia aseguró también que la reforma que defiende garantiza el fin de la medida de seguridad “cuando hayan desaparecido los estrictos presupuestos que son necesarios para su aplicación”.

En cuanto al respaldo social de la reforma del Código Penal, Ruiz-Gallardón manifestó que “el buen juicio de los españoles desconfía del populismo, y nunca respaldaría una reforma improvisada o falta de rigor”.

Por su parte, el diputado del PP José Miguel Castillo aseguró que la responsabilidad del partido en el Gobierno es hacer que la política contra la criminalidad “no se centre sólo en el delincuente”, sino que tenga presente “el sentir de los ciudadanos y especialmente el parecer de las víctimas del delito, demasiadas veces olvidada”.

DE TODO MENOS BONITO

Por su parte, la oposición le regaló calificativos como “populista”, “partidista”, “cruel”, “clasista”, “represivo”, “autoritario”, cuando no le acusaron de vengativo o desfasado.

Por su parte, el diputado del PSOE Julio Villarrubia (PSOE) aseguró que detrás de esta reforma del Código Penal hay un “propósito ideológico populista”.

Asimismo, recriminó que incrementa penas “sobre un Código Penal que es uno de los más duros de la Unión Europea”, al tiempo que criticó que, desde la llegada del PP se han suprimido derechos y libertades de la ciudadanía.

Por su parte, Montserrat Surroca (CiU) tachó de “partidista” y “efectista” la reforma del Código Penal defendida por Ruiz-Gallardón, al tiempo que dijo que aleja el mismo “de los postulados del derecho penal moderno”.

El diputado del Grupo Parlamentario IU-ICV-CHA: La Izquierda Plural Gaspar Llamazares dijo que esta reforma “es cruel” y está inspirada en la venganza. El PP, aseguró, quiere desmontar el Estado social “para decir luego, viva el Estado penal”. “Que se callen o se siente, ese es el planteamiento de fondo del Código Penal”, denunció.

Por su parte, Rosa Díez (UPyD), que no presentó enmienda de totalidad, dijo que la reforma que plantea del Código Penal el Gobierno, tal y como está redactado, permitiría dejar impunes casos como el caso Barcina, Blanco, Bárcenas, la gestión negligente de los responsables de entidades financieras o delitos relacionados con el mercado.

Por su parte, Emilio Olabarría (PNV) recordó a Ruiz-Gallardón el Tratado de los Delitos y las Penas que escribió en el siglo XVII el marqués de Vicaría y que decía que “el fin de las no es atormentar sino impedir al reo causar daños a sus ciudadanos” y que la eficacia de la pena no tiene anda que ver con la atrocidad.

CONTRA EL DISCREPANTE

Por parte del Grupo Parlamentario Mixto intervinieron Sabino Cuadra (Amaiur), Joan Tardà (ERC), Oalia Fernández Dávila (BNG), Ana Oramas (Coalición Canaria) y Joan Baldoví (Compromís-Equo).

Cuadra denunció que “la postura del Gobierno ha sido siempre de imposición” ante movilizaciones como las protagonizadas por los mineros, el movimiento 15-M y las distintas mareas que han protestado contra los recortes.

Joan Tardà (ERC) dijo que esta es una reforma “autoritaria y clasista, y además tramposa”. “Mienten y manipulan los votos para justificar una actuación reaccionaria”, dijo este diputado, quien destacó que España es uno de los Estados más seguros de Europa pero en el que “cada vez entran más presos y cada vez salen menos”.

Olaia Fernández Dávila (BNG) manifestó que la reforma del Código Penal es la “más regresiva en las últimas tres décadas” y está movida por un “afán más oportunista que eficaz”.

Ana Oramas (CC) señaló que esta reforma está hecha “de espaldas a la sociedad”, sin oír a las organizaciones representativas de la sociedad civil

Joan Baldoví (Compromís Equo) dijo que Ruiz-Gallardón “se ha equivocado de siglo” y que el Gobierno “tiene miedo a la gente”. Por eso, añadió, persigue la protesta pacífica, al discrepante, al que rodea al Congreso al que escribe tweets. “Quieren que se haga el silencio de lo corderos, callar a gente como Ada Colau, a los indignados, a los yayoflautas”, denunció.

(SERVIMEDIA)
12 Dic 2013
VBR