Así consta en la documentación intervenida en el marco del ‘caso Gürtel’ e incorporada al sumario que instruye el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz. Entre esta documentación se encuentran todo el papeleo del viaje que, entre el 2 y el 10 de julio de 1998, realizó el matrimonio Bárcenas y que fue organizado por Pasadena Viajes, unas de las empresas de Correa.

El viaje contó con hoteles de lujo, asistencia guiada en español, paseos en helicóptero y viajes en avión en primera clase y vuelos charter privados. Solo los traslados en Zimbabue y Sudáfrica, los alojamientos y las asistencias (sin contar los ocho vuelos que realizaron y algunos de los servicios de lujo) costaron 6.492 euros.

El viaje se inició el 2 de julio, cuando Bárcenas e Iglesias viajaron de Madrid a Johannesburgo. Al día siguiente volaron hasta Zimbabue para visitar las famosas cataratas Victoria. “Crucero del atardecer por el río Zambeze en privado. Desde del barco se disfruta de las vistas y sonidos del atardecer sobre el río y se tiene el privilegio de ser testigo de uno de los atardeceres más espectaculares de África”, señala el programa del viaje.

VUELO PRIVADO

El extesorero del PP y su esposa también disfrutaron de un helicóptero con el que sobrevolaron las cataratas. Tras volver a Johannesburgo, el matrimonio viajó el 6 de julio en el lujoso ‘Blue Train’ en pensión completa. “Me ruega el cliente que la cabina en el blue train no esté situada encima de las ruedas ya que es muy incómodo”, señala una de las responsables de Pasadena Viajes en sus comunicaciones con Grosvernor Tour, la agencia de Sudáfrica que se encargó de los detalles del viaje.

El 7 de julio viajaron en un avión privado hasta Skukuza, en el parque Kruguer, donde disfrutaron de un safari de lujo en el Mala Mala. El matrimonio volvió a Madrid el 10 de julio.

Bárcenas, en la actualidad, se encuentra cumpliendo prisión preventiva en la cárcel madrileña de Soto del Real mientras que el juez Ruz ha dado una asignación mensual a Iglesias para que pueda pagarle la seguridad social a su empleada del hogar y para que pueda hacer frente a los gastos de gas de su casa en Madrid y a las cuotas de la comunidad de vecinos de los domicilios que tienen en Marbella (Málaga) y en la estación de esquí de Baqueira-Beret (Lleida).

El magistrado rechazó sin embargo desbloquear las cuentas “para atender al resto de los de gastos interesados por la representación procesal de Iglesias Villar”, unos dispendios que considera “innecesarios, superfluos y suntuarios, al no ser precisos para la vida cotidiana con arreglo a nuestra realidad social”.