En un comunicado, la patronal bancaria explica que el sistema financiero español en su conjunto se beneficiará de esta medida que supone computar como capital unos 30.000 millones de euros.

"La normativa aprobada hoy, si bien tiene un alcance más reducido que la de otros países que han hecho este tipo de reforma, supone un primer paso para igualar las condiciones de las entidades de crédito españolas a las del resto de entidades europeas", sentencia la AEB.

Esta medida se adapta como consecuencia de la nueva regulación sobre solvencia bancaria que entrará en vigor en toda Europa el próximo 1 de enero de 2014.

Según la AEB, "se elimina así, aunque solo en parte, la discriminación negativa existente hasta ahora sobre las entidades españolas respecto a sus competidores europeos".

Los países de la UE, recuerda la AEB, cuentan ya en sus respectivas legislaciones con procedimientos que evitan a sus entidades de crédito un perjuicio innecesario por los DTA en el cálculo del futuro coeficiente de recursos propios, conocido como Basilea III.