Dicho manifiesto afirma que “Mercé, Barcelona y Libertad son tres palabras unidas por fuertes y antiguos vínculos”, y que el arraigo taurino tiene su origen en Cataluña en el siglo XIII, por lo que ante “el peligro” en el que está el espectáculo, tras la presentación de la iniciativa legislativa popular en el Parlamento catalán para prohibir las corridas, se quiere recordar que con la "fiesta" de los toros "lo que podría ser prohibido es una parte de libertad, es un espacio de libertad lo que todos perderíamos”.

Según el manifiesto, lo que está en juego “no es sólo la realidad cultural, festiva, tradicional, económica y social de los toros”, sino “la misma libertad, es una fracción más de libertad, de la libertad de todos, que con su voto” los parlamentarios catalanes “pueden borrar o no de nuestro entorno, y que todos nosotros aquí y ahora podemos perder”.

El documento concluye con el deseo de que los toros vuelvan a lidiarse en la Monumental de Barcelona en breve: “¡Que las próximas Firas de la Mercé sean una gran fiesta barcelonesa: una auténtica Fira de y por la Libertad!”, sentencia.