En la iniciativa, firmada por Joan Tardà, ERC pide instar al Gobierno a aprobar las modificaciones legislativas oportunas para que la actuación del Ejército dentro del Estado deba ser autorizada por mayoría de dos tercios del Congreso.

La única excepción, precisa, serían las actuaciones asignadas a la Unidad Militar de Emergencias (UME) por "urgente necesidad en caso de catástrofes o calamidades", que deberían ser autorizadas por la comunidad autónoma afectada.

Propone prohibir expresamente "que los soldados actúen como esquiroles en las huelgas", y no permitir ninguna actuación, salvo esas excepcionales, mientras se aprueben los cambios legislativos.

En la exposición de motivos, Tardà se refiere expresamente a la "exitosa" huelga de los servicios de limpieza en Madrid y la "disposición" mostrada por el Gobierno ante la posibilidad de que el Ejército asuma la tarea.

Recuerda el precedente de los controladores aéreos militares para suplir a los que abandonaros sus puestos en la huelga de 2011.

Subraya que el "boicot institucional" a la huelga supone "un ataque contra una de las herramientas clásicas de la clase obrera en su lucha por la justicia", además de una "vulneración del derecho constitucional a la huelga".

Tardà se remite a la Ley de Defensa Nacional para argumetar que el Ejército debe preservar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos en los supuestos de "grave riesgo, catástrofe, calamidad u otras necesidades públicas, conforme a lo establecido en la legalidad vigente", pero no existe un "mecanismo democrático" que garantice que esa decisión cuenta con el "suficiente aval parlamentario para evitar posibles excesos o discrecionalidades por parte del gobierno de turno".