Así se desprende del informe ‘Estado de la población mundial 2013’, del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, según sus siglas en inglés), hecho público este miércoles en todo el mundo y presentado en una rueda de prensa en Madrid. Este año, el estudio lleva por título “Maternidad en la niñez: enfrentar el reto del embarazo en adolescentes”.

El estudio señala que nueve de cada 10 partos de niñas menores de 18 años suceden dentro de un matrimonio o unión de hecho y que si continúan las tendencias actuales, la cantidad de partos de chicas que no han cumplido los 15 años podría elevarse a tres millones cada año en 2030.

El informe indica que el país con la mayor tasa de embarazo adolescente (hasta los 18 años) es Níger, donde el 51% de las niñas ha dado a luz, seguido de Chad (48%), Mali (46%) y Guinea (44%), en tanto que una de cada cinco chicas con estas edades ha pasado por esta experiencia en 40 países.

Además, las niñas adolescentes entre 15 y 19 años registran cerca de 3,2 millones de abortos en condiciones de riesgo cada año en los países en desarrollo.

La responsable de Salud Sexual y Reproductiva del Fondo de Población de las Naciones Unidas, Laura Laski, explicó en la presentación del informe que la gran mayoría de las niñas (definición que la Convención sobre los Derechos del Niño da a las personas de sexo femenino menores de 18 años) que han afrontado un embarazo y se encuentran casadas, viven en zonas rurales y han abandonado la escuela, conviven con maridos mucho más mayores que ellas, de hasta 30 años más, así como aisladas socialmente.

Laski añadió que las madres de hasta 17 años que no han contraído matrimonio pueden haber experimentado el embarazo como consecuencia de abusos sexuales o por carecer de la más mínima educación sexual.

Indicó que el informe de este año de la UNFPA incluye por primera vez una dedicación especial a las niñas menores de 14 años porque “tienen doble riesgo de morir en el embarazo” que las mujeres mayores, principalmente en África subsahariana y Asia meridional, debido principalmente a la falta de acceso a servicios de obstetricia.

“VIDAS MARGINALES”

Laski denunció que a las niñas que han pasado por esta experiencia “muchas veces no se las deja volver a la escuela” y “viven vidas marginales porque están en manos de otros”. “Es un pasaporte seguro para vivir en condiciones de pobreza el resto de sus vidas”.

A este respecto, Laski abogó no sólo por educar a las adolescentes a ser responsables desde el punto de vista sexual y reproductivo, sino “cambiar los valores de las familias, las comunidades y los países” para evitar que las niñas se enfrenten a embarazos no deseados.

En este sentido, apostó por “acciones que empoderen a las niñas, que puedan construir redes de amigas, permanezcan en la escuela, puedan conseguir un empleo, abrir una cuenta en un banco y cómo ahorrar. Las madres adolescentes no deben ser estigmatizadas”.

Por otro lado, Isabel Serrano, expresidenta de la Federación de Planificación Familiar Estatal (FPFE), señaló que el informe refleja “un verdadero drama a nivel mundial” y comentó que los embarazos adolescentes ocurren “aquí y allá”, esto es, no sólo suceden en los países más empobrecidos.

Serrano puso el acento en unas declaraciones del director ejecutivo del Unfpa, Babatunde Osotimehin, dadas a conocer con motivo del informe: “Una niña de 10 años en una niña. Si doy mi punto de vista como médico, un cuerpo a los 10 o a los 12 años todavía está creciendo y no tiene todo lo que se requiere para llevar a cabo un embarazo”.

Por último, Javier Hernández Peña, subdirector general de Políticas de Desarrollo, del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, afirmó que la salud sexual y reproductiva aparece recogida en el Plan Director de la Cooperación Española 2013-2016 y que el UNFPA es uno de “los socios privilegiados” del Gobierno español en las políticas de cooperación al desarrolllo.