En declaraciones a los medios antes de reunirse con su homólogo marroquí, Salehedín Mezuar, Margallo rechazó la opinión de una periodista de que la pasada cumbre de Panamá ha sido un fracaso por las ausencias de máximos mandatarios, porque medir el éxito de las cumbres por la afluencia de jefes de Estado le parece "un criterio muy pobre".

Para refutar este diagnóstico, el ministro puso en valor algunos de los acuerdos alcanzados en Panamá. Por ejemplo, enumeró que se ha aprobado el informe presentado para que la periodicidad de las cumbres sea bianual, que "se ha consagrado la movilidad del intelecto" con el reconocimiento de títulos y obligaciones fiscales entre países y que se ha creado un observatorio para seguir los acuerdos comerciales.

Igualmente, subrayó que España y otros países de la Comunidad Iberoamericana van a compartir instalaciones y que se va a estudiar la posibilidad de que España y los estados de la Alianza del Pacífico integren sus embajadas y oficinas económicas y culturales en terceros países. Finalmente, citó los encuentros empresarial y mediático con presencia de todos los grandes grupos de ambos sectores y el congreso de la lengua.